27/07/2016, 21:49
(Última modificación: 27/07/2016, 21:50 por Inuzuka Nabi.)
—Puede ser, pero no tengo la menor idea de dónde puede existir ese corral, solo sé que está cerca. Quizá lo mejor sea esperar a que la gallina se despierte y dejarla, con suerte podría guiarnos hasta su hogar.
— Pero... ¿puede ser que tengas algún plan o puede ser que le leamos la mente?
La peliazul estaba reviviendo un ovíparo mientras el rubio la miraba cruzado de brazos y con una ceja levantada. Ella salvaba una vida y él dudaba de la dubitativa que se encontraba en su mente. Sin duda, Eri era una médica formidable, pero traer de vuelta un animal iba a ser realmente impresionante. Si su sharingan tuviera la opción de grabar el momento, lo activaría, seguro que en algún momento conseguía esa función, algún día.
— Por cierto... ¿Qué... Has hecho este año?
"¡Me está preguntando! ¿Y yo qué le digo? - Bueno, pues descubrí que estaba totalmente trastornado y que hay dos Nabis, te quiero. - Eso desde luego no."
— Nada, lo de siempre, ya sabes, descubrí que mi elemento es el Doton y que soy bipolar. Pero en plan bien, no en plan loco, el Doton digo, no como los psicopatas que destruyen montañas y villas... Bueno, puede que sí como esos psicopatas. Pero de momento, no. Más adelante, sí...
Empezó a asentir lentamente mientras en sus ojos pasaban como diapositivas la visión de muerte y destrucción en Takigakure y Amegakure, las tripas de la tonta esa de Ame volando por todos lados, un enorme golem de roca vapuleando a su kage y un enorme elefante pisoteando un bijuu que pasaba por ahí. Sin duda eso pasaría algún día.
Cuando ya estaba siendo coronado como kage del mundo, un sonido animal le sacó de su fantasía más falsa que un Uchiha pelirrojo. Alzó la mirada y por detrás de la peliazul revividora de gallinas apareció nada más y nada menos que otra gallina, haciendo cocó y picando de vez en cuando el suelo como si buscara comida en aquel lugar que era casi playa ya. El dedo índice de Nabi se alzó solemnemente y se detuvo señalando al pájaro. Éste no reaccionó ante el gesto del rubio, pero sí ante su voz.
— ¡Una gallinaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Empezó a patear en dirección opuesta a la del shinobi, quien empezó a mirar simultáneamente a la gallina que huía y la peliazul.
— Pero... ¿puede ser que tengas algún plan o puede ser que le leamos la mente?
La peliazul estaba reviviendo un ovíparo mientras el rubio la miraba cruzado de brazos y con una ceja levantada. Ella salvaba una vida y él dudaba de la dubitativa que se encontraba en su mente. Sin duda, Eri era una médica formidable, pero traer de vuelta un animal iba a ser realmente impresionante. Si su sharingan tuviera la opción de grabar el momento, lo activaría, seguro que en algún momento conseguía esa función, algún día.
— Por cierto... ¿Qué... Has hecho este año?
"¡Me está preguntando! ¿Y yo qué le digo? - Bueno, pues descubrí que estaba totalmente trastornado y que hay dos Nabis, te quiero. - Eso desde luego no."
— Nada, lo de siempre, ya sabes, descubrí que mi elemento es el Doton y que soy bipolar. Pero en plan bien, no en plan loco, el Doton digo, no como los psicopatas que destruyen montañas y villas... Bueno, puede que sí como esos psicopatas. Pero de momento, no. Más adelante, sí...
Empezó a asentir lentamente mientras en sus ojos pasaban como diapositivas la visión de muerte y destrucción en Takigakure y Amegakure, las tripas de la tonta esa de Ame volando por todos lados, un enorme golem de roca vapuleando a su kage y un enorme elefante pisoteando un bijuu que pasaba por ahí. Sin duda eso pasaría algún día.
Cuando ya estaba siendo coronado como kage del mundo, un sonido animal le sacó de su fantasía más falsa que un Uchiha pelirrojo. Alzó la mirada y por detrás de la peliazul revividora de gallinas apareció nada más y nada menos que otra gallina, haciendo cocó y picando de vez en cuando el suelo como si buscara comida en aquel lugar que era casi playa ya. El dedo índice de Nabi se alzó solemnemente y se detuvo señalando al pájaro. Éste no reaccionó ante el gesto del rubio, pero sí ante su voz.
— ¡Una gallinaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Empezó a patear en dirección opuesta a la del shinobi, quien empezó a mirar simultáneamente a la gallina que huía y la peliazul.
—Nabi—