30/07/2016, 17:55
La mirada de la peliazul se mantuvo regia y molesta ante la pregunta del rubio, sin embargo cuando este contestó a su pregunta el rostro le cambió radicalmente y paso a un entusiasmo muy extraño.
" Ya está, yo pregunto una cosa y todo son malas caras, ¡y encima no me contesta! Y cuando yo contesto todo es entusiasmo y buenas caras. Aunque la verdad es que el Doton mola más que leerle la mente a las gallinas."
La repentina aparición de la gallina también dejó de piedra a la muchacha, claramente la maniobra de desvelación de posición del Uchiha consiguió que la pobre kunoichi pudiera encontrar la procedencia de aquel sonido tan misterioso que había inundado sus pabellones auditivos. Sin embargo, la reacción de la chica y su orden no fue la más acertada. De hecho, no pudo ser más desacertada.
—¡Síguela! —
— Sí, ama. — contestó en tono grave de cachondeo.
Nabi empezó a correr detrás de la gallina como si su vida dependiera de ello, lo cual era... medianamente rápido. Lo suficiente para ir al mismo ritmo que el ave. Sin embargo, el animal simplemente estaba huyendo del shinobi, y el shinobi estaba persiguiendola, así que no estaban yendo a ningún lado sino que daban vueltas en círculos a apenas unos cinco metros de donde se encontraba Eri.
Pasaron unos cuantos minutos hasta que el rubio se detuvo, dándose cuenta de que no estaba avanzando para nada. Se giró hacia Eri, llevándose una mano a la frente para secarse el sudor.
— Pues yo me replantearía esta estrategia.
La gallina al ver que Nabi se detenía le imitó, quedándose por ahí picoteando el suelo como si tal cosa.
" Ya está, yo pregunto una cosa y todo son malas caras, ¡y encima no me contesta! Y cuando yo contesto todo es entusiasmo y buenas caras. Aunque la verdad es que el Doton mola más que leerle la mente a las gallinas."
La repentina aparición de la gallina también dejó de piedra a la muchacha, claramente la maniobra de desvelación de posición del Uchiha consiguió que la pobre kunoichi pudiera encontrar la procedencia de aquel sonido tan misterioso que había inundado sus pabellones auditivos. Sin embargo, la reacción de la chica y su orden no fue la más acertada. De hecho, no pudo ser más desacertada.
—¡Síguela! —
— Sí, ama. — contestó en tono grave de cachondeo.
Nabi empezó a correr detrás de la gallina como si su vida dependiera de ello, lo cual era... medianamente rápido. Lo suficiente para ir al mismo ritmo que el ave. Sin embargo, el animal simplemente estaba huyendo del shinobi, y el shinobi estaba persiguiendola, así que no estaban yendo a ningún lado sino que daban vueltas en círculos a apenas unos cinco metros de donde se encontraba Eri.
Pasaron unos cuantos minutos hasta que el rubio se detuvo, dándose cuenta de que no estaba avanzando para nada. Se giró hacia Eri, llevándose una mano a la frente para secarse el sudor.
— Pues yo me replantearía esta estrategia.
La gallina al ver que Nabi se detenía le imitó, quedándose por ahí picoteando el suelo como si tal cosa.
—Nabi—