30/07/2016, 21:29
Era curioso, usualmente las pocas cartas que le llegaban eran algún tipo de declaración o propuesta indecente por parte de algún interesado, claro que físicamente puesto que pocos la han tratado lo suficiente como para conocerla así que de amor real ni hablemos.
La cuestión aquí era que luego de tirar unas ocho cartas, encontró otra carta algo distinta de las demás, principalmente porque no estaba demasiado adornada y la escritura no estaba demasiado cuidada al ojo de la rubia. De cualquier manera con tanta curiosidad la revisó para llevarse la sorpresa de que había sido de parte de Datsue.
~Seguro quiere reclamar lo que le dije en ese pueblucho… ~Pensó algo fastidiada mientras abría el sobre ya sin tanta curiosidad.
Fue bastante extraño para la chica que esa persona en lugar de mandarle algún intento de ligue o mismo reclamar por algo que ella le prometió hace bastante, le pidió que le acompañase a una misión como si fuesen parte de un mismo equipo, cosa sencillamente falsa puesto que si vamos al caso, el equipo de Noemi ya se habría desintegrado años atrás.
Sin mucho ánimo, la rubia se alistó como era habitual, el conjunto ligero, el portaobjetos, la katana, la bandana y dos o tres horas para peinarse y quedar impecable, aunque su expresión no iba a juego. Parecía además de fastidiada cansada y eso que no había hecho nada realmente importante, pero una misión de rango C probablemente le vendría bien para su hermoso historial de misiones de rango D…
¿Lugar de reunión? El edificio del kawakage, allí seguramente estaría Datsue y… Así era, allí estaba con una vestimenta algo distinta de lo habitual y algo más alto de lo que le recordaba, detalle que logró sacarle una media sonrisa a la Senju a medida que se acercaba al shinobi.
—Al menos ahora no te la pasarás debajo de mis tetas. —Soltó algo burlona al estar a su alcance.
Pero había una presencia extraña allí, una niña… ¿O beba? Era demasiado pequeña y adorable, o eso pensaría la mayoría del universo que para Noemi todos los bebés eran igual de feos.
—¿Y ella…? —Consultó algo extrañada con una ceja alzada.
Por algún extraño motivo no le llamaría tanto la atención que ese chico haya tenido ya alguna hija. A saber por qué.
La cuestión aquí era que luego de tirar unas ocho cartas, encontró otra carta algo distinta de las demás, principalmente porque no estaba demasiado adornada y la escritura no estaba demasiado cuidada al ojo de la rubia. De cualquier manera con tanta curiosidad la revisó para llevarse la sorpresa de que había sido de parte de Datsue.
~Seguro quiere reclamar lo que le dije en ese pueblucho… ~Pensó algo fastidiada mientras abría el sobre ya sin tanta curiosidad.
Fue bastante extraño para la chica que esa persona en lugar de mandarle algún intento de ligue o mismo reclamar por algo que ella le prometió hace bastante, le pidió que le acompañase a una misión como si fuesen parte de un mismo equipo, cosa sencillamente falsa puesto que si vamos al caso, el equipo de Noemi ya se habría desintegrado años atrás.
Sin mucho ánimo, la rubia se alistó como era habitual, el conjunto ligero, el portaobjetos, la katana, la bandana y dos o tres horas para peinarse y quedar impecable, aunque su expresión no iba a juego. Parecía además de fastidiada cansada y eso que no había hecho nada realmente importante, pero una misión de rango C probablemente le vendría bien para su hermoso historial de misiones de rango D…
¿Lugar de reunión? El edificio del kawakage, allí seguramente estaría Datsue y… Así era, allí estaba con una vestimenta algo distinta de lo habitual y algo más alto de lo que le recordaba, detalle que logró sacarle una media sonrisa a la Senju a medida que se acercaba al shinobi.
—Al menos ahora no te la pasarás debajo de mis tetas. —Soltó algo burlona al estar a su alcance.
Pero había una presencia extraña allí, una niña… ¿O beba? Era demasiado pequeña y adorable, o eso pensaría la mayoría del universo que para Noemi todos los bebés eran igual de feos.
—¿Y ella…? —Consultó algo extrañada con una ceja alzada.
Por algún extraño motivo no le llamaría tanto la atención que ese chico haya tenido ya alguna hija. A saber por qué.