26/08/2016, 15:35
(Última modificación: 26/08/2016, 15:38 por Uchiha Datsue.)
—¿Tú eres tonto, o qué?
Cuando el mismísimo Kawakage surgió tras la silla, Datsue estuvo a punto de responder afirmativamente a aquella pregunta. Probablemente, una de las personas más tontas del mundo. Y con más mala pata. Pero Yubiwa ni siquiera le dio tiempo a reaccionar.
—¿Jinchuuriki de Taki? ¿Cuestión de Estado? Me ha hecho gracia la forma con la que te has camelado a esa niñera, debo admitirlo. Aunque me arrepiento de no haberte jodido el discursito con una aparición estelar. ¿Hubiera estado bien, eh? "No, si en realidad fue un cagado desde el primer momento".
El rostro de Datsue era todo un poema. Una mezcla entre sorpresa, vergüenza y el terror más absoluto, que desfiguraba su cara en una extraña mueca. ¿Cómo demonios había oído aquella conversación? Antes de poder encontrar una respuesta coherente, Yubiwa se levantó de un salto, recortando la distancia que los separaba al mínimo y obligando al Uchiha a retroceder unos pasos, de forma patosa.
Todavía estaba asimilando su mala suerte cuando escuchó las palabras “misión” y “S” juntas. Primero, su cerebro asoció la frase con la nada desdeñable cifra de 5000 ryos. Una cantidad exorbitada que hizo que el símbolo del ryo pareciese relucir por un momento en sus orbes, mientras una sonrisa de oreja a oreja se le formaba en el rostro. Luego, como el dolor que viene tras el ligero entumecimiento al recibir un golpe en la cabeza, llegó la dura realidad: para alguien como él, una misión de aquella dimensión era un auténtico suicidio. Literalmente.
¿Y para qué demonios querría un muerto el dinero?
Miró a Ritsuko, que ahora había cogido el turno de palabra, y luego a Noemi. Podía usarlas como escudo, era cierto. Podía dejar que ellas corriesen los riesgos en primera línea mientras él se quedaba en la retaguardia organizándolo todo. Y aún así era demasiado peligroso. Incluso si ellas se sacrificasen por el bien de la misión. Incluso si Anzu lo hacía, ¿qué probabilidades había de que él sobreviviese? Y no solo eso, sino que aun por encima tendría que cumplir con el objetivo de la misión… Pero joder, son 5000 mil ryos tío. Cinco de los grandes. Me cago en la puta.
Se aclaró la garganta.
—Yubiwa-sama —dijo finalmente , con voz solemne—. Sabe tan bien como yo que, tras aquel fatídico día en el Torneo, lucho día y noche por reestablecer mi honor y limpiar el nombre de Takigakure que tan vilmente manché… —se llevó una mano al pecho—. Si es una misión de rango S lo que me pedís, pongo al Árbol Sagrado por testigo que solo la muerte me alejará de cumplir con mi deber. Pero… —trazó un arco con la mano para señalar a su Equipo de SuperKunoichis, como a él le gustaba llamarlas—, ¿implicarlas a ellas? Lo siento, señor. Las conozco bien y... me temo que no están preparadas para una misión de tal magnitud. No puedo aceptar que mueran por mi culpa. Yo… jamás me lo perdonaría.
Y ahora, la mano al pecho otra vez y mirada al suelo, eeso es. No hubiesen estado mal un par de lagrimitas, o al menos poner ojos llorosos… Pero, joder, este tío me pone demasiado nervioso. Con esos ojos dorados atravesándote el alma de parte en parte no hay quien actúe bien, hostia.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado