30/08/2016, 06:01
Aquella pelirroja era alguien que realmente le resultaba insoportable principalmente por los rumores que corrían sobre ella y para colmo que su mala fama podría llegar a afectarla si se la veía demasiado en su compañía, de ahí que la tratase con tanto desprecio sin conocerla prácticamente.
Pero incluso antes de abrir la boca para decir exigir alguna respuesta por parte de la otra kunoichi, una voz masculina se hizo presente en la sala dirigiéndose claramente a Datsue quien previamente se había llamado a sí mismo jinchuriki. Cuestión que la rubia por lo menos ignoraba puesto que ni siquiera había estado presente por buena parte de lo sucedido en el torneo. ~¿Será por eso que estaba junto a Yubiwa en ese momento…? ~Fue la única pregunta que rondó por la cabeza de la Senju pero no hallaría respuesta a ella, por lo menos no ahora.
Ante las palabras del kage, Ritsuko se le adelantó y preguntó exactamente lo mismo que la rubia pretendía consultar, pero a esto le ganó de mano el Uchiha, el bocazas del grupo superando incluso a la mismísima Noemi.
—Grandes palabras de tu parte considerando que te salvé el culo en el país de la tierra… —Soltó severa la kunoichi mientras se ubicaba a un lado de Datsue aunque a un paso por detrás, cruzada de brazos y con la cadera ligeramente inclinada para depositar buena parte de su peso sobre una sola pierna.
Pues sí, había llegado a notar como el chico se había embobado ante la sonrisita de aquella mujer en esas frías tierras. ¡Es más! ¡No había nada que le asegurara que Anzu o Ritsuko no le sedujeron alguna vez en el pasado!
Pero incluso antes de abrir la boca para decir exigir alguna respuesta por parte de la otra kunoichi, una voz masculina se hizo presente en la sala dirigiéndose claramente a Datsue quien previamente se había llamado a sí mismo jinchuriki. Cuestión que la rubia por lo menos ignoraba puesto que ni siquiera había estado presente por buena parte de lo sucedido en el torneo. ~¿Será por eso que estaba junto a Yubiwa en ese momento…? ~Fue la única pregunta que rondó por la cabeza de la Senju pero no hallaría respuesta a ella, por lo menos no ahora.
Ante las palabras del kage, Ritsuko se le adelantó y preguntó exactamente lo mismo que la rubia pretendía consultar, pero a esto le ganó de mano el Uchiha, el bocazas del grupo superando incluso a la mismísima Noemi.
—Grandes palabras de tu parte considerando que te salvé el culo en el país de la tierra… —Soltó severa la kunoichi mientras se ubicaba a un lado de Datsue aunque a un paso por detrás, cruzada de brazos y con la cadera ligeramente inclinada para depositar buena parte de su peso sobre una sola pierna.
Pues sí, había llegado a notar como el chico se había embobado ante la sonrisita de aquella mujer en esas frías tierras. ¡Es más! ¡No había nada que le asegurara que Anzu o Ritsuko no le sedujeron alguna vez en el pasado!