7/09/2016, 21:43
La paciencia de sendos genin parecía ser bastante considerable, al menos eso se le vendría a la mente de cualquiera que los observase. Estaban bajo el amparo de la lluvia, que pese a que estuviesen acostumbrados seguía mojándolos, y se limitaban a mirar por parte de una y señalar palabras cuidadosamente elegidas por parte del otro. La verdad, se estaban tomando un buen tiempo, y aún así no llegaban del todo a comprenderse. Según lo último que iba señalando el chico, podía comunicarse mediante pensamientos. Tenía la capacidad de meterse en la cabeza de otras personas, y podía así mantener una conversación; pero venía siendo una violación de la privacidad, y por ende no lo hacía salvo que la otra persona diese su permiso. ¿Era eso posible? Sonaba realmente absurdo, meterse en la cabeza de otra persona... ¿Acaso era un doble elefante telepata de guerra? No, no lo parecía.
La cara de la chica mostró una mueca de clara duda. Se llevó incluso la mano a la cabeza, y la frotó mientras se debatía en duda. No sabía qué contestar a eso, nunca había escuchado de semejantes habilidades. Si se metía en su mente y podía leer los pensamientos como si fueran palabras... ¿También podría leer o escuchar cosas del pasado? ¿Podría ella igual escuchar sus cosas? Dios, que jaleo...
—Bueno... está bien, pero... ¿hasta qué punto puedes meterte en la cabeza? ¿Eso... duele? ¿Eres una especie de telepata?
La verdad, cientos y cientos de dudas pasaban en ese mismo momento por la cabeza de la chica. Eso de meterse en la cabeza de la gente... debía ser realmente raro y molesto, ¿no? Es decir, verías y escucharía como que cien mil cosas a la misma vez, ¿no? La chica podía estar pensando una cosa y a la vez pensar en otra, y al segundo después en otra... en fin, una auténtica hecatombe mental.
Podía quedarse allí señalando palabras durante milenios, o bien hacer eso de la lectura mental y que pudiesen hablar directamente. La verdad, no perdía nada por intentarlo.
La cara de la chica mostró una mueca de clara duda. Se llevó incluso la mano a la cabeza, y la frotó mientras se debatía en duda. No sabía qué contestar a eso, nunca había escuchado de semejantes habilidades. Si se metía en su mente y podía leer los pensamientos como si fueran palabras... ¿También podría leer o escuchar cosas del pasado? ¿Podría ella igual escuchar sus cosas? Dios, que jaleo...
—Bueno... está bien, pero... ¿hasta qué punto puedes meterte en la cabeza? ¿Eso... duele? ¿Eres una especie de telepata?
La verdad, cientos y cientos de dudas pasaban en ese mismo momento por la cabeza de la chica. Eso de meterse en la cabeza de la gente... debía ser realmente raro y molesto, ¿no? Es decir, verías y escucharía como que cien mil cosas a la misma vez, ¿no? La chica podía estar pensando una cosa y a la vez pensar en otra, y al segundo después en otra... en fin, una auténtica hecatombe mental.
Podía quedarse allí señalando palabras durante milenios, o bien hacer eso de la lectura mental y que pudiesen hablar directamente. La verdad, no perdía nada por intentarlo.