19/09/2016, 00:20
Un regaño por aquí, otro por allí, era sorprendente que a la pelirroja no le haya caído ninguno de paso pero se callaría la boca o le caería alguno. Así al menos podría escuchar lo que el Kawakage tuviese para decirles sobre la misión a la que pretendía enviarlos que... A no ser que se tratase de llevar un pergamino de un lado al otro, corrían demasiados peligros para su gusto.
—Además, sabemos que tienen al Kyuubi. Lo que no sabemos es quién es.
~¿Ya nos mató un jodido bijuu y quiere que nos vayamos a ver a otro...? ~Cuestionó en su mente la kunoichi que trataba de mantener su expresión más habitual para no llamar en lo más mínimo la atención aunque claro, todavía se percibía cierto nerviosismo en ella. ~Alguno probablemente termine muerto. ~Pero no sería ella la que lo dijera, al menos no ahora.
De cualquier manera la explicación del kage siguió dando algunos detalles sobre lo que ellos tendrían que hacer y había que admitir que los papeles que tendrían que jugar eran bastante pobres, en particular el que la pelirroja tenía que llevar junto con la rubia pues... ~No nos parecemos en nada.
—Entendido. —Fue lo único que atinó a decir antes de salir de la habitación.
Ni bien saliera del campo visual de su líder, Ritsuko se revolvería el cabello con fuerza, como si estuviese en plena rabieta. ~¿¡Quién se va a creer que somos hermanas!? ~Era lo único que la tenía alterada de momento, total, lo de las peleas con rencor incluido eran sencillas para ambas puesto que... Ya las tenían.
—Además, sabemos que tienen al Kyuubi. Lo que no sabemos es quién es.
~¿Ya nos mató un jodido bijuu y quiere que nos vayamos a ver a otro...? ~Cuestionó en su mente la kunoichi que trataba de mantener su expresión más habitual para no llamar en lo más mínimo la atención aunque claro, todavía se percibía cierto nerviosismo en ella. ~Alguno probablemente termine muerto. ~Pero no sería ella la que lo dijera, al menos no ahora.
De cualquier manera la explicación del kage siguió dando algunos detalles sobre lo que ellos tendrían que hacer y había que admitir que los papeles que tendrían que jugar eran bastante pobres, en particular el que la pelirroja tenía que llevar junto con la rubia pues... ~No nos parecemos en nada.
—Entendido. —Fue lo único que atinó a decir antes de salir de la habitación.
Ni bien saliera del campo visual de su líder, Ritsuko se revolvería el cabello con fuerza, como si estuviese en plena rabieta. ~¿¡Quién se va a creer que somos hermanas!? ~Era lo único que la tenía alterada de momento, total, lo de las peleas con rencor incluido eran sencillas para ambas puesto que... Ya las tenían.