24/05/2015, 23:54
Caminaron un par de minutos contados por aquellos pasillos, la sensei se movia con un paso firme y rapido, hasta que se detuvo en una sala en cuyo letrero se podia leer "Sala del profesorado", nos hizo una señal para que nos pararamos, habia estado todo ese rato de espaldas y Nabi habia estado detras así que no habia podido verle el rostro de nuevo. Pero cuando se dio la vuelta para decirles que pararan pudo comprobar que aún seguia con algo de cabreo encima. De nuevo, en cuanto se giro se puso serio, pero cuando se metio en aquella sala una pequeña sonrisa burlesca asomó en sus labios.
Cuando él también se dio la vuelta para ver a sus compañeros estos estaban más serios que un higo, incluso pudo ver un pequeño rastro de tristeza en sus rostros. Del disgusto se le quito la sonrisa y se puso serio.
¿Que os pasa? Parece que hayais chupado la piel de un limón.
Incluso serio no era serio. Pero el tono sí, el tono era muy serio. Justo despues de que ambos hubieran contestado la mujer pelirroja sin nombre salió de la sala.
Vale, gracias. Te aviso cuando acabemos.
No te preocupes, mujer, si hasta la tarde no lo va a necesitar nadie.
Esa parecia Shinoka-chan, la encargada de las aulas, el rubio no sabia muy bien como se llamaba ese puesto pero todos la conocian como la encargada de las aulas. Ella se encargaba de saber en qué aula está qué clase y de apañar los horarios como les viniera mejor a los profesores. Como el gimnasio, la biblioteca, el comedor, el jardin, la verdad es que la academia tenia bastante variedad en el tema recursos. La sensei parecia más relajada ahora, no menos seria pero sí menos cabreada.
Sigamos
Poco despues nos encontrabamos en un sitio que Nabi pensaba que no iba a volver a ver. Un lugar... donde cada vez que iban habia sangre y dolor, tal vez un lugar maldito porque siempre que iban con toda la clase alguien acababa dandose de hostias con otro alguien. El patio de Taijutsu. Era un terreno pequeño en comparación con el patio de Shurikenjutsu, con tres circulos en el suelo de tierra de poco más que cinco metros de diametro. Esos circulos que por mucho que se borraran siempre recuperaban su intensidad original. Era un lugar al aire libre y tenia un par de arboles así que se podian oir pajaros diciendo sus cosas de pajaro.
La sensei fue hasta el circulo que estaba en el centro de la hilera y se sento en el centro. Nos hizo otra seña, esta vez para que nos sentaramos. Nabi se sentó el primero, en linea recta a donde estaba la sensei, y los otros dos cada uno a un lado. Nos habia sacado de un aula con muebles donde estabamos tan tranquilamente sentados, para llevarnos al patio de pegarse a sentarnos en la tierra. Pasaron unos segundos desde que nos sentamos hasta que habló.
Antes de pasar a la siguiente prueba, relajaos un momento, que os veo muy tensos y contad vuestra historia. Vuestras habilidades ya las sabemos todos así como vuestro punto debil. Para hacerlo más justo, contareis vuestra vida y os dejare hacerme una pregunta que contestaré con la verdad. Empiezas tú, Nabi Nabi. Por tener la peor nota, despues Kazuma y finalmente Juro. Pero con una condición, no podeis usar más de cien palabras.
El rubio se lo pensó un par de segundos, no todos los dias tenia que contar su historia, que tampoco era para tirar cohetes, y menos con una regla tan peculiar. Era una prueba. No sabia muy bien para qué, pero una prueba al fin y al cabo. Así que preparo un borrador mental y procedio intentando no quedarse demasiado corto y no pasarse.
Nací en la elite de un clan de shinobis con el elemento Futon, sin embargo, yo nací sin esa naturaleza predefinida. Mi abuelo me crió desde que tengo uso de razón para dominar esa rama del Ninjutsu. Sin embargo, hace unos años murió, confesandome que mi madre se habia suicidado, lo cual hizo que mi padre perdiera los papeles y matara a todos los miembros del clan. Volví, me quedé en la mansión de los Nabi y me apunté a la Academia.
Bien. ¿Y tu pregunta?
Sé que estas tres preguntas van a ser toda la información que vamos a tener de ella, así que no puedo malgastar una pregunta con una respuesta evasiva. Piensa Nabi piensa.
Sus ojos entablaron contacto directo. La tierra de los del muchacho contra la esmeralda de los de la mujer. Segundos más tarde el rubio abrió la boca.
¿Cual es tu nombre completo?
Kureji Shiori, pero para vosotros, Shiori-sensei.
Contestó al milisegundo. Nabi habia dudado entre eso o su historia, pero preguntarle sobre su historia seria una pregunta con oportunidad de respuesta evasiva y eso era lo que habia intentado evitar. Si le hubiera preguntado sobre su habilidad especial podria haber dicho que puede mear por cualquier orificio o alguna chorrada así. Esperaba que sus compañeros tambien tuvieran eso en consideración, y deberian pues esto era otra prueba.
Kazuma, tu turno.
Cuando él también se dio la vuelta para ver a sus compañeros estos estaban más serios que un higo, incluso pudo ver un pequeño rastro de tristeza en sus rostros. Del disgusto se le quito la sonrisa y se puso serio.
¿Que os pasa? Parece que hayais chupado la piel de un limón.
Incluso serio no era serio. Pero el tono sí, el tono era muy serio. Justo despues de que ambos hubieran contestado la mujer pelirroja sin nombre salió de la sala.
Vale, gracias. Te aviso cuando acabemos.
No te preocupes, mujer, si hasta la tarde no lo va a necesitar nadie.
Esa parecia Shinoka-chan, la encargada de las aulas, el rubio no sabia muy bien como se llamaba ese puesto pero todos la conocian como la encargada de las aulas. Ella se encargaba de saber en qué aula está qué clase y de apañar los horarios como les viniera mejor a los profesores. Como el gimnasio, la biblioteca, el comedor, el jardin, la verdad es que la academia tenia bastante variedad en el tema recursos. La sensei parecia más relajada ahora, no menos seria pero sí menos cabreada.
Sigamos
Poco despues nos encontrabamos en un sitio que Nabi pensaba que no iba a volver a ver. Un lugar... donde cada vez que iban habia sangre y dolor, tal vez un lugar maldito porque siempre que iban con toda la clase alguien acababa dandose de hostias con otro alguien. El patio de Taijutsu. Era un terreno pequeño en comparación con el patio de Shurikenjutsu, con tres circulos en el suelo de tierra de poco más que cinco metros de diametro. Esos circulos que por mucho que se borraran siempre recuperaban su intensidad original. Era un lugar al aire libre y tenia un par de arboles así que se podian oir pajaros diciendo sus cosas de pajaro.
La sensei fue hasta el circulo que estaba en el centro de la hilera y se sento en el centro. Nos hizo otra seña, esta vez para que nos sentaramos. Nabi se sentó el primero, en linea recta a donde estaba la sensei, y los otros dos cada uno a un lado. Nos habia sacado de un aula con muebles donde estabamos tan tranquilamente sentados, para llevarnos al patio de pegarse a sentarnos en la tierra. Pasaron unos segundos desde que nos sentamos hasta que habló.
Antes de pasar a la siguiente prueba, relajaos un momento, que os veo muy tensos y contad vuestra historia. Vuestras habilidades ya las sabemos todos así como vuestro punto debil. Para hacerlo más justo, contareis vuestra vida y os dejare hacerme una pregunta que contestaré con la verdad. Empiezas tú, Nabi Nabi. Por tener la peor nota, despues Kazuma y finalmente Juro. Pero con una condición, no podeis usar más de cien palabras.
El rubio se lo pensó un par de segundos, no todos los dias tenia que contar su historia, que tampoco era para tirar cohetes, y menos con una regla tan peculiar. Era una prueba. No sabia muy bien para qué, pero una prueba al fin y al cabo. Así que preparo un borrador mental y procedio intentando no quedarse demasiado corto y no pasarse.
Nací en la elite de un clan de shinobis con el elemento Futon, sin embargo, yo nací sin esa naturaleza predefinida. Mi abuelo me crió desde que tengo uso de razón para dominar esa rama del Ninjutsu. Sin embargo, hace unos años murió, confesandome que mi madre se habia suicidado, lo cual hizo que mi padre perdiera los papeles y matara a todos los miembros del clan. Volví, me quedé en la mansión de los Nabi y me apunté a la Academia.
Bien. ¿Y tu pregunta?
Sé que estas tres preguntas van a ser toda la información que vamos a tener de ella, así que no puedo malgastar una pregunta con una respuesta evasiva. Piensa Nabi piensa.
Sus ojos entablaron contacto directo. La tierra de los del muchacho contra la esmeralda de los de la mujer. Segundos más tarde el rubio abrió la boca.
¿Cual es tu nombre completo?
Kureji Shiori, pero para vosotros, Shiori-sensei.
Contestó al milisegundo. Nabi habia dudado entre eso o su historia, pero preguntarle sobre su historia seria una pregunta con oportunidad de respuesta evasiva y eso era lo que habia intentado evitar. Si le hubiera preguntado sobre su habilidad especial podria haber dicho que puede mear por cualquier orificio o alguna chorrada así. Esperaba que sus compañeros tambien tuvieran eso en consideración, y deberian pues esto era otra prueba.
Kazuma, tu turno.
—Nabi—