21/09/2016, 06:59
Tras un potente golpe a la autoestima de Noemi, el Kawakage finalmente comenzó a darles todos los detalles relacionados a la misión.
La rubia al menos no podía afirmar estar feliz con todo aquello, mucho menos con el papel que tendría que interpretar según su superior pero si no se le ocurría algo mejor que eso en pleno viaje tendría que hacerlo, además que no podía darse el lujo de improvisar porque una compañera se vería afectada, aunque hablábamos de la infame pelirroja...
De todas formas, allí se mantenía la Senju, en silencio y algo cabizbaja escuchando con suma atención todo hasta finalizado el discurso de Yubiwa tras el cual los otros genins abandonaron el despacho y ella no sería la excepción.
—Sí señor. —Dijo la kunoichi acompañada de una ligera reverencia para luego seguir a sus compañeros.
—Bueno... —Por un miserable instante Noemi pensó en lanzar una propuesta al grupo, como para emprender la marcha o algo por el estilo pero estaban justo frente a la puerta del Kawakage por lo que seguramente la escucharía.
~Entonces somos cuatro genins con total libertad de acción independientemente de lo que sus compañeros digan. ~Pensó algo irritada mientras se alejaba de la puerta en la misma dirección por la que había llegado. ~Va a ser un caos... Y un milagro si salimos vivos de allí. ~Si fuese por ella lo diría, pero claro, como Yubiwa la escuchase la mataba allí mismo por lo que mejor callarse y quedarse con sus ideas solo para ella, a saber como se las arreglarían entre los cuatro.
La rubia al menos no podía afirmar estar feliz con todo aquello, mucho menos con el papel que tendría que interpretar según su superior pero si no se le ocurría algo mejor que eso en pleno viaje tendría que hacerlo, además que no podía darse el lujo de improvisar porque una compañera se vería afectada, aunque hablábamos de la infame pelirroja...
De todas formas, allí se mantenía la Senju, en silencio y algo cabizbaja escuchando con suma atención todo hasta finalizado el discurso de Yubiwa tras el cual los otros genins abandonaron el despacho y ella no sería la excepción.
—Sí señor. —Dijo la kunoichi acompañada de una ligera reverencia para luego seguir a sus compañeros.
—Bueno... —Por un miserable instante Noemi pensó en lanzar una propuesta al grupo, como para emprender la marcha o algo por el estilo pero estaban justo frente a la puerta del Kawakage por lo que seguramente la escucharía.
~Entonces somos cuatro genins con total libertad de acción independientemente de lo que sus compañeros digan. ~Pensó algo irritada mientras se alejaba de la puerta en la misma dirección por la que había llegado. ~Va a ser un caos... Y un milagro si salimos vivos de allí. ~Si fuese por ella lo diría, pero claro, como Yubiwa la escuchase la mataba allí mismo por lo que mejor callarse y quedarse con sus ideas solo para ella, a saber como se las arreglarían entre los cuatro.