25/09/2016, 18:16
La conversación entre ambos parecía ir normal, pero se vió interrumpida cuando una voz desconocida llamó la atención del Takanashi que se volteó por lo excesivamente coloquial que sonaba. Se trataba de uno de los otros dos pasajeros del tren, pero antes de que pudiera pensar si quiera quién era el muchacho se presentó ofreciéndole la mano con todo y nombre incluido. Titubeó un poco antes de devolver el saludo, de hecho su mano no llegó a apretar demasiado fuerte. No estaba acostumbrado a esas maneras de saludar.
—Ahh, yo soy Ta-takanashi Tatsuya— Le dijo su nombre en respuesta.
En ese momento el muchacho también saludó al Ishimura, aunque como era de esperarse de su compañero el peliblanco se mantuvo calmado ante la situación. Demasiado calmado para su gusto. Quizás fuera su imaginación, pero lo cierto era que de repente el ambiente se sentía un poco más pesado y no por el clima precisamente. Sus ojos se pasaron de lado a lado observando tanto al desconocido como al de Uzushio y una pequeña gota de sudor se deslizó entre su ya de por sí mojado rostro por la lluvia.
—¡Sí sí! Jeje— Sonrió levemente —No esperaba encontrarme con un compatriota por estos lares— Trataba de sonar alegre para bajar un poco los ánimos de los presentes.
Lo último que necesitaba era una discusión. No conocía al chico nuevo de nada y este le trataba como si fueran amigos de toda la vida. Estando acostumbrado a que pasen de su cara la mayor parte del tiempo ahora no sabía como reaccionar ante tal amabilidad. Eso sí, por las malas había aprendido que no es bueno fiarse de cualquier desconocido, ni aunque fuera de su misma aldea, pero tampoco iba a juzgar sin saber, iba a tantear para darle una oportunidad al tal Akame.
"Además hay otra cosa que me preocupa..."
No tuvo necesidad de voltear a ver, ya había visto al hombre nervioso que estaba sentado atrás. Si bien al inicio no le prestó demasiada atención se le resultaba difícil el pasar por alto su actitud. Podía escuchar su temblor y su agitada respiración por todo el vagón, era imposible no notar que algo andaba mal con él. Mientras los tres genins tenían su conversación el hombrecillo de mantenía al margen, pero el Takanashi iba a mantenerlo vigilado de todas formas.
"Tengo un mal presentimiento"
—Ahh, yo soy Ta-takanashi Tatsuya— Le dijo su nombre en respuesta.
En ese momento el muchacho también saludó al Ishimura, aunque como era de esperarse de su compañero el peliblanco se mantuvo calmado ante la situación. Demasiado calmado para su gusto. Quizás fuera su imaginación, pero lo cierto era que de repente el ambiente se sentía un poco más pesado y no por el clima precisamente. Sus ojos se pasaron de lado a lado observando tanto al desconocido como al de Uzushio y una pequeña gota de sudor se deslizó entre su ya de por sí mojado rostro por la lluvia.
—¡Sí sí! Jeje— Sonrió levemente —No esperaba encontrarme con un compatriota por estos lares— Trataba de sonar alegre para bajar un poco los ánimos de los presentes.
Lo último que necesitaba era una discusión. No conocía al chico nuevo de nada y este le trataba como si fueran amigos de toda la vida. Estando acostumbrado a que pasen de su cara la mayor parte del tiempo ahora no sabía como reaccionar ante tal amabilidad. Eso sí, por las malas había aprendido que no es bueno fiarse de cualquier desconocido, ni aunque fuera de su misma aldea, pero tampoco iba a juzgar sin saber, iba a tantear para darle una oportunidad al tal Akame.
"Además hay otra cosa que me preocupa..."
No tuvo necesidad de voltear a ver, ya había visto al hombre nervioso que estaba sentado atrás. Si bien al inicio no le prestó demasiada atención se le resultaba difícil el pasar por alto su actitud. Podía escuchar su temblor y su agitada respiración por todo el vagón, era imposible no notar que algo andaba mal con él. Mientras los tres genins tenían su conversación el hombrecillo de mantenía al margen, pero el Takanashi iba a mantenerlo vigilado de todas formas.
"Tengo un mal presentimiento"