30/09/2016, 21:10
Entusiasmado levantó el brazo que tenía apoyado sobre la barra, taza en mano, para seguir dando sorbos a ese té de calidad "pasable". Decepción fue ver el fondo blanco y sentirse imponente al no poder llenarla por segunda vez. La situación no lo ameritaba y la tristeza se plasmó en su cara por unos segundos.
Bajó el recipiente de nuevo a su lugar y retomó la atención de la conversación. Se había perdido algunas palabras del mozo pero pudo interrumpir para obtener la información que quería.
Lo importante es si puede decirnos el paradero del lugar o del propietario. Con eso nos conformamos y no lo molestaremos más.
La casa está en las afueras del pueblo, siguiendo esta calle hasta la plaza, y luego cogiendo la que va hacia el Oeste. De ese tipo, no sé ni quiero saber nada.
—Que tengan ustedes un buen día.
Igualmente.- llegó a responder antes de que se marchase.
El calvo metió la mano en el bolsillo de su pantalón y rebuscó un rato. Al sacarla, había en ella varias monedas que dejo junto a la taza blanca y tras eso se levantó.
Miró a sus dos nuevos compañeros y se quedó estático. El calvo comenzaba a actuar confiado y con determinación.
¿Vamos?
Las palabras de Akame si que no se le habían perdido a sus oídos. Solo le habían infundido más interés en el caso, todo se hacía más intrigante y del agrado del monje. ¿Muertos en la casa? Miró a Datsue y sonrió, como si le hablará mentalmente.
«Como si fuese la primera vez...»
Bajó el recipiente de nuevo a su lugar y retomó la atención de la conversación. Se había perdido algunas palabras del mozo pero pudo interrumpir para obtener la información que quería.
Lo importante es si puede decirnos el paradero del lugar o del propietario. Con eso nos conformamos y no lo molestaremos más.
La casa está en las afueras del pueblo, siguiendo esta calle hasta la plaza, y luego cogiendo la que va hacia el Oeste. De ese tipo, no sé ni quiero saber nada.
—Que tengan ustedes un buen día.
Igualmente.- llegó a responder antes de que se marchase.
El calvo metió la mano en el bolsillo de su pantalón y rebuscó un rato. Al sacarla, había en ella varias monedas que dejo junto a la taza blanca y tras eso se levantó.
Miró a sus dos nuevos compañeros y se quedó estático. El calvo comenzaba a actuar confiado y con determinación.
¿Vamos?
Las palabras de Akame si que no se le habían perdido a sus oídos. Solo le habían infundido más interés en el caso, todo se hacía más intrigante y del agrado del monje. ¿Muertos en la casa? Miró a Datsue y sonrió, como si le hablará mentalmente.
«Como si fuese la primera vez...»
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘