8/10/2016, 17:57
El joven médico se encogió de hombros ante la pregunta del muchacho con el que había quedado durante un par de segundos en el balcón, realmente no conocía casi nada del monje como para darle una respuesta útil sobre su actuar.
Por supuesto, una persona que realmente se encontraba adaptada al clima de Amegakure tendría la ventaja sobre el muchacho del paraguas quien le trataría de seguir el paso unos metros detrás. Una cosa buena que pudo sacar de todo el tema fue que no resultó ser el detonante de la molestia causada a las señoras que se encontraban reparando la maquina.
Humildemente me disculpo por las molestias.
Incluso se tomó un par de segundos para frenar y hacer una formar reverencia, lo que resultaría en que fuese el último de los tres en llegar hasta el joven damnificado. Quien tuviese aunque sea un par de segundos para ver a aquel niño se daría cuenta de la mala suerte que había tenido en la vida, y sumado a eso le habían robado su pertenencia mas valiosa.
Rubio, bajito, regordete y con un cinturón de un color chillón.
En su mente iba armando un perfil sobre como podría lucir el criminal en cuestión. El niño por su parte fue enviado a la recepción de la Academia y prácticamente al terminar la oración Daruu dirigió sus pasos en la dirección que había sido marcada como la última donde fue el ladrón.
Finalmente tras una persecución que no tuvo un final productivo, el trío de ninjas se aglomeró para replantear su estrategia. Las palabras del joven Hanaiko de cierta manera le hacían mella en particular a Mogura, si lo colocaban junto a aquel niño era el ejemplo perfecto de opuesto.
Hmm... estás especulando un poco ¿no crees...?
Contestó ante la veloz conclusión que había sacado el monje, si bien podría culpar también al morocho de la cara pintada por haber dejado sin terminar su oración.
Se me ocurre algo...
Dijo levantando su dedo indice mientras levantaba ligeramente su mirada por sobre le hombro buscando algún posible lugar que pudiese servir de escondite.
...si la persona en cuestión es un hombre bajo y gordo, recorrer una distancia larga en poco tiempo sin duda alguna debería dejarlo exhausto, jadeando.
¿No deberíamos haber sido capaz de escucharlo...?
Arrojó la teoría sobre la mesa esperando contribuir con la empresa recién formada.
Por supuesto, una persona que realmente se encontraba adaptada al clima de Amegakure tendría la ventaja sobre el muchacho del paraguas quien le trataría de seguir el paso unos metros detrás. Una cosa buena que pudo sacar de todo el tema fue que no resultó ser el detonante de la molestia causada a las señoras que se encontraban reparando la maquina.
Humildemente me disculpo por las molestias.
Incluso se tomó un par de segundos para frenar y hacer una formar reverencia, lo que resultaría en que fuese el último de los tres en llegar hasta el joven damnificado. Quien tuviese aunque sea un par de segundos para ver a aquel niño se daría cuenta de la mala suerte que había tenido en la vida, y sumado a eso le habían robado su pertenencia mas valiosa.
Rubio, bajito, regordete y con un cinturón de un color chillón.
En su mente iba armando un perfil sobre como podría lucir el criminal en cuestión. El niño por su parte fue enviado a la recepción de la Academia y prácticamente al terminar la oración Daruu dirigió sus pasos en la dirección que había sido marcada como la última donde fue el ladrón.
Finalmente tras una persecución que no tuvo un final productivo, el trío de ninjas se aglomeró para replantear su estrategia. Las palabras del joven Hanaiko de cierta manera le hacían mella en particular a Mogura, si lo colocaban junto a aquel niño era el ejemplo perfecto de opuesto.
Hmm... estás especulando un poco ¿no crees...?
Contestó ante la veloz conclusión que había sacado el monje, si bien podría culpar también al morocho de la cara pintada por haber dejado sin terminar su oración.
Se me ocurre algo...
Dijo levantando su dedo indice mientras levantaba ligeramente su mirada por sobre le hombro buscando algún posible lugar que pudiese servir de escondite.
...si la persona en cuestión es un hombre bajo y gordo, recorrer una distancia larga en poco tiempo sin duda alguna debería dejarlo exhausto, jadeando.
¿No deberíamos haber sido capaz de escucharlo...?
Arrojó la teoría sobre la mesa esperando contribuir con la empresa recién formada.