27/05/2015, 03:23
El combate había comenzado, y al parecer Kazuma había sido impaciente. Sin muchos problemas Juro bloqueo su manotazo, y aprovechando la fuerza en acción, se planto firme y arremetió con un placaje hacia el cuerpo de su oponente.
«Un ataque tan directo y de frente, no tengo mucho espacio para maniobrar, además es difícil enfrentarle cuando estoy atento a defenderme, mantenerme y no hacerle daño —en ese momento una idea cruzo por su mente—. Claro, el objetivo de este encuentro no es el combate en sí mismo, es cómo podemos adaptarnos a las limitaciones que tenemos en distintas situaciones»
«Bueno al menos espero que sea eso»
Mientras el pelinegro embestía de forma temeraria, el peliblanco trataba de pensar cuál sería la forma más efectiva de lidiar con aquella situación. Y entonces lo recordó; Evoco un recuerdo de hacía mucho tiempo, cuando estaban en la academia y Nabi solía jugarle bromas. Un día trato de encerrarle en un salón. El Ishimura arremetió contra la puerta varias veces, y ya estaba a punto de derribarla, pero cuando había tomado impulso e iba toda velocidad, el rubio entre abrió la puerta. Lo que paso es que la puerta recibió el golpe, pero no adsorbió nada de la energía, en lugar de eso solo giro sobre sus bisagras, dejando pasar al chico que iba disparado como una flecha con rumbo al suelo.
«Increíble que una de las bromas de Nabi me ayude en una prueba»
El joven de piel morena relajo su cuerpo, y aprovechando su pérdida de balance se quedo precariamente sobre un pie, mientras recibía el impacto del marionetista en uno de sus hombros. Sin embargo aprovechado el empuje y emulando a una puerta sobre sus pestillos, utilizo su mano libre para apoyarse en el atacante y girar sobre sí mismo mientras trataba de empujar a este en la dirección que llevaba, con suerte aquello sería suficiente para que saliera del circulo antes de poder detenerse.
«Un ataque tan directo y de frente, no tengo mucho espacio para maniobrar, además es difícil enfrentarle cuando estoy atento a defenderme, mantenerme y no hacerle daño —en ese momento una idea cruzo por su mente—. Claro, el objetivo de este encuentro no es el combate en sí mismo, es cómo podemos adaptarnos a las limitaciones que tenemos en distintas situaciones»
«Bueno al menos espero que sea eso»
Mientras el pelinegro embestía de forma temeraria, el peliblanco trataba de pensar cuál sería la forma más efectiva de lidiar con aquella situación. Y entonces lo recordó; Evoco un recuerdo de hacía mucho tiempo, cuando estaban en la academia y Nabi solía jugarle bromas. Un día trato de encerrarle en un salón. El Ishimura arremetió contra la puerta varias veces, y ya estaba a punto de derribarla, pero cuando había tomado impulso e iba toda velocidad, el rubio entre abrió la puerta. Lo que paso es que la puerta recibió el golpe, pero no adsorbió nada de la energía, en lugar de eso solo giro sobre sus bisagras, dejando pasar al chico que iba disparado como una flecha con rumbo al suelo.
«Increíble que una de las bromas de Nabi me ayude en una prueba»
El joven de piel morena relajo su cuerpo, y aprovechando su pérdida de balance se quedo precariamente sobre un pie, mientras recibía el impacto del marionetista en uno de sus hombros. Sin embargo aprovechado el empuje y emulando a una puerta sobre sus pestillos, utilizo su mano libre para apoyarse en el atacante y girar sobre sí mismo mientras trataba de empujar a este en la dirección que llevaba, con suerte aquello sería suficiente para que saliera del circulo antes de poder detenerse.