15/10/2016, 09:40
« En parte tienes razón, y te comprendo ciertamente. Pero por otro lado, quien no nada termina ahogándose. No sé si comprendes lo que pienso. Es como si un gladiador decide cruzarse de brazos en mitad del circo, terminará muriendo, principalmente por haber desistido en luchar por salvar su vida. »
Para Reiji, esa chica no estaba entendiendo ni la mitad de las cosas que acababa que decir. El ejemplo del gladiador era todo lo contrario. Si el gladiador se quedaba moría. Si Reiji se quedaba quieto, le hacían menos daño. Si en algún momento queria suicidarse, solo tenia que defenderse de aquellos abusones con uñas y dientes. Seria una muerte dolorosa, pero estaba seguro de que no sobreviviría.
—¿Alguna vez te ha agarrado alguien del pelo y ha estirado? Duele ¿verdad? Ahora imagínate que estiran hasta arrancártelo de la cabeza y que lo hacen hasta que ya no queda ni un solo pelo del que estirar. Allí, en la arena, el gladiador sabe que tiene el combate perdido, pero sabe que si se queda quieto, su rival solo lo noqueara, pero que si se atreve a atacarlo lo golpearan hasta matarlo. Vive hoy, aunque sea humillado por la derrota, para poder luchar el día de mañana, cuando se haya fortalecido y pueda sobrepasar a sus oponentes.
Tenia que ser paciente. Tenia que soportarlo. Tenia que sobrevivir para así, hacerse mas y mas fuerte. Ahora no podía vencerlos. Ahora defenderse solo significaba mas daños, y quien sabe, eso igual podía suponer algún tipo de daño irreparable en su cuerpo. Mejor vivir molesto durante un tiempo que salir herido para nada ¿De que servia luchar una batalla perdida? Era mucho mejor esperar.
« ¿Has escuchado alguna vez como nuestra Arashikage llegó a tomar su puesto? Si te pasas el día golpeando a un león, terminará mordiéndote. Si te pasas el día jodiendo a un shinobi, terminarás en una tumba. Personalmente, yo no soy una gran luchadora cuerpo a cuerpo, pero me defiendo a base de fuego. Terminaría por incendiar sus casas a media noche, o quizás algo peor. Si bien me dices que eres un buen recolector de información, no te costará nada en fastidiarlos o algo mandarlos al hospital... Entrenamos para ser asesinos, no tienes porqué enfrentarlos cara a cara. Tómatelo como un desafío, y dales una lección. Cuando sabes que algo o alguien es peligroso, ni se te pasa por la cabeza joderle. »
—¿Y quien te ha dicho que me vaya a quedar quieto para siempre? Defenderme hoy es una lucha perdida, que solo terminara peor para mi. Lo mismo pasara mañana, y pasado. Pero déjame crecer. Déjame volverme mas poderoso. Tal vez no les queme sus casas, ni mucho menos los asesine por la espalda, eso es traición ¿lo sabes? Aunque lo que yo tengo pensado para ellos es peor que la muerte, es peor que quemarles sus casas y dejarlos sin nada. Pero ¿Sabes que? Nada de eso habrá servido para nada. Puedo quemarles la casa, puedo humillarlos, dejarlos en ridículo delante de todo Ame, puedo matarlos por la espalda. Y te pregunto ¿De que me servirá eso? Yo seguiré siendo el inútil que no puede hablar, seguiré recibiendo miradas que dicen que la culpa la tengo yo, seguiré estando solo.
Para Reiji, esa chica no estaba entendiendo ni la mitad de las cosas que acababa que decir. El ejemplo del gladiador era todo lo contrario. Si el gladiador se quedaba moría. Si Reiji se quedaba quieto, le hacían menos daño. Si en algún momento queria suicidarse, solo tenia que defenderse de aquellos abusones con uñas y dientes. Seria una muerte dolorosa, pero estaba seguro de que no sobreviviría.
—¿Alguna vez te ha agarrado alguien del pelo y ha estirado? Duele ¿verdad? Ahora imagínate que estiran hasta arrancártelo de la cabeza y que lo hacen hasta que ya no queda ni un solo pelo del que estirar. Allí, en la arena, el gladiador sabe que tiene el combate perdido, pero sabe que si se queda quieto, su rival solo lo noqueara, pero que si se atreve a atacarlo lo golpearan hasta matarlo. Vive hoy, aunque sea humillado por la derrota, para poder luchar el día de mañana, cuando se haya fortalecido y pueda sobrepasar a sus oponentes.
Tenia que ser paciente. Tenia que soportarlo. Tenia que sobrevivir para así, hacerse mas y mas fuerte. Ahora no podía vencerlos. Ahora defenderse solo significaba mas daños, y quien sabe, eso igual podía suponer algún tipo de daño irreparable en su cuerpo. Mejor vivir molesto durante un tiempo que salir herido para nada ¿De que servia luchar una batalla perdida? Era mucho mejor esperar.
« ¿Has escuchado alguna vez como nuestra Arashikage llegó a tomar su puesto? Si te pasas el día golpeando a un león, terminará mordiéndote. Si te pasas el día jodiendo a un shinobi, terminarás en una tumba. Personalmente, yo no soy una gran luchadora cuerpo a cuerpo, pero me defiendo a base de fuego. Terminaría por incendiar sus casas a media noche, o quizás algo peor. Si bien me dices que eres un buen recolector de información, no te costará nada en fastidiarlos o algo mandarlos al hospital... Entrenamos para ser asesinos, no tienes porqué enfrentarlos cara a cara. Tómatelo como un desafío, y dales una lección. Cuando sabes que algo o alguien es peligroso, ni se te pasa por la cabeza joderle. »
—¿Y quien te ha dicho que me vaya a quedar quieto para siempre? Defenderme hoy es una lucha perdida, que solo terminara peor para mi. Lo mismo pasara mañana, y pasado. Pero déjame crecer. Déjame volverme mas poderoso. Tal vez no les queme sus casas, ni mucho menos los asesine por la espalda, eso es traición ¿lo sabes? Aunque lo que yo tengo pensado para ellos es peor que la muerte, es peor que quemarles sus casas y dejarlos sin nada. Pero ¿Sabes que? Nada de eso habrá servido para nada. Puedo quemarles la casa, puedo humillarlos, dejarlos en ridículo delante de todo Ame, puedo matarlos por la espalda. Y te pregunto ¿De que me servirá eso? Yo seguiré siendo el inútil que no puede hablar, seguiré recibiendo miradas que dicen que la culpa la tengo yo, seguiré estando solo.