19/10/2016, 00:59
(Última modificación: 19/10/2016, 01:00 por Aotsuki Ayame.)
La primera flecha dio de lleno en el pecho de Daruu. Ayame se sobresaltó, pero al ver que continuaba inexorable su avance hacia ella comprendió que debía tratarse de la réplica y continuó adelante con su plan. Volvió a llevarse la mano al carcaj. Cargó una nueva flecha. Trató de saltar atrás para ganar espacio, y la cuerda se disparó con un sonoro "clank" cuando su oponente estiraba el brazo hacia ella, tratando de alcanzarla...
—¡YA! —gritó él, y sus labios se curvaron llenos de malicia.
«No...»
El mundo se convirtió en blanco frente a sus ojos. Un estruendo hizo estallar sus tímpanos y la piel se le prendió en llamas. Desesperada, trató de transformar su cuerpo en agua al tiempo que una irresistible fuerza la lanzaba por los aires. Cayó con una torpe salpicadura varios metros atrás. Completamente aturdida, ensordecida, con la cabeza dándole vueltas y cada célula de su cuerpo gritando de dolor, Ayame aún tardó varios segundos más de la cuenta en comenzar a recuperar su forma corpórea entre gemidos de angustia. Y lo primero que vio cuando entreabrió los ojos fue las botas de su padre.
«No puedo fallar...» Pero después de aquello no podía mirar a Zetsuo a la cara. Tenía miedo de lo que reflejaría su rostro, sus ojos si lo hacía. Y por eso dejó escapar el dolor con un nuevo gemido y apoyó la mano en el suelo para reincorporarse, tambaleante y jadeante.
Había caído la primera. Pero no podía rendirse así como así...
Cuando consiguió que sus ojos volvieran a enfocar la arena de combate vio a Daruu allí, a varios metros de su posición. Y Ayame apretó las mandíbulas, invadida por una súbita rabia. Utilizar las agujas de agua habían supuesto un grave error. Tendría que probar otro tipo de táctica.
Entrelazó las manos en cuatro sellos consecutivos y finalizó con una seca palmada que retumbó por encima de la inclemente lluvia que caía sobre ellos.
—Kasumi Jūsha no Jutsu —susurró, con los ojos entornados por el dolor y la concentración que requería para formular aquella técnica.
Como invocados desde el más allá, un sinfín de sombras comenzaron a alzarse surgidos del mismo cemento sobre el que ambos se sustentaban. Todas aquellas sombras tenían la apariencia de Ayame, pero todas ellas vestían de negro y llevaban los ojos vendados. Todas aquellas sombras avanzaron al unísono hacia Daruu, con pasos tambaleantes y fantasmales. Todas aquellas sombras llevaban un kunai en su mano derecha.
—No... perderé... No... me... rendiré... No... caeré... —repetían al unísono.
Y, mientras tanto, Ayame había desaparecido entre ellos...
• PV:– (-65 PV)
• CK:– – (-36 CK)
(1 AO)
(1 AO revelada) Suika no jutsu activado
Objetos: Arco pequeño y flechas (x13), Hilo shinobi (3 usos), Kunai, Shuriken x5
Daño recibido
Daño causado
Técnicas utilizadas
—¡YA! —gritó él, y sus labios se curvaron llenos de malicia.
«No...»
El mundo se convirtió en blanco frente a sus ojos. Un estruendo hizo estallar sus tímpanos y la piel se le prendió en llamas. Desesperada, trató de transformar su cuerpo en agua al tiempo que una irresistible fuerza la lanzaba por los aires. Cayó con una torpe salpicadura varios metros atrás. Completamente aturdida, ensordecida, con la cabeza dándole vueltas y cada célula de su cuerpo gritando de dolor, Ayame aún tardó varios segundos más de la cuenta en comenzar a recuperar su forma corpórea entre gemidos de angustia. Y lo primero que vio cuando entreabrió los ojos fue las botas de su padre.
«No puedo fallar...» Pero después de aquello no podía mirar a Zetsuo a la cara. Tenía miedo de lo que reflejaría su rostro, sus ojos si lo hacía. Y por eso dejó escapar el dolor con un nuevo gemido y apoyó la mano en el suelo para reincorporarse, tambaleante y jadeante.
Había caído la primera. Pero no podía rendirse así como así...
Cuando consiguió que sus ojos volvieran a enfocar la arena de combate vio a Daruu allí, a varios metros de su posición. Y Ayame apretó las mandíbulas, invadida por una súbita rabia. Utilizar las agujas de agua habían supuesto un grave error. Tendría que probar otro tipo de táctica.
Entrelazó las manos en cuatro sellos consecutivos y finalizó con una seca palmada que retumbó por encima de la inclemente lluvia que caía sobre ellos.
—Kasumi Jūsha no Jutsu —susurró, con los ojos entornados por el dolor y la concentración que requería para formular aquella técnica.
Como invocados desde el más allá, un sinfín de sombras comenzaron a alzarse surgidos del mismo cemento sobre el que ambos se sustentaban. Todas aquellas sombras tenían la apariencia de Ayame, pero todas ellas vestían de negro y llevaban los ojos vendados. Todas aquellas sombras avanzaron al unísono hacia Daruu, con pasos tambaleantes y fantasmales. Todas aquellas sombras llevaban un kunai en su mano derecha.
—No... perderé... No... me... rendiré... No... caeré... —repetían al unísono.
Y, mientras tanto, Ayame había desaparecido entre ellos...
Estado de Ayame
• PV:
100/165
• CK:
125/185
100/100
(1 AO)
(1 AO revelada) Suika no jutsu activado
Objetos: Arco pequeño y flechas (x13), Hilo shinobi (3 usos), Kunai, Shuriken x5
Daño recibido