23/10/2016, 22:05
En el momento en el que Ayame juntó sus dedos con los de Daruu, una luz intensa los dejó sin vista. Cerró los ojos y apretó muy fuerte los párpados, pero sus dedos seguían firmemente cerrados en torno a los de su compañera cuando...
Cuando despertó. Abrió los ojos con dificultad y de nuevo quedó cegado por los fluorescentes de la habitación. Miró hacia la derecha, por la ventana. Estaba lloviendo. Guau, qué sorpresa. Miró a la izquierda, y encontró a Ayame. Estaba despierta, también. Y tenían los dedos unidos todavía.
No los soltó.
—Eh... ¿lo que acaba de pasar... lo has soñado... o vivido tú también no? ¿Lo del sitio blanco ese...?
PUM.
Daruu dio un respingo y retiró la mano de golpe, tan de golpe como se había abierto la puerta. Por ella entraron Zetsuo y Kiroe, ambos con una sonrisa en el rostro.
Ambos con una sonrisa.
Ambos.
Zetsuo también.
Joder, qué mal rollo. ¿Os imagináis lo difícil que es ver la sonrisa en el rostro de alguien que el noventa coma nueve nueve nueve nueve nueve por ciento del tiempo —aquél día era, por lo visto, el porcentaje restante— parece una piedra ritual tótem de la Tribu de la Seriedad?
—¡Hemos oído voces y... ay, menos mal que ya habéis despertado! —Kiroe le dio un estrujón que le hizo temer por su vida, pero extrañamente las heridas no le dolían—. Menuda siesta, ¿eh? Lleváis una semana con las heridas totalmente curadas pero seguíais sin despertar. Estábamos empezando a preocuparnos.
···
Cuando despertó. Abrió los ojos con dificultad y de nuevo quedó cegado por los fluorescentes de la habitación. Miró hacia la derecha, por la ventana. Estaba lloviendo. Guau, qué sorpresa. Miró a la izquierda, y encontró a Ayame. Estaba despierta, también. Y tenían los dedos unidos todavía.
No los soltó.
—Eh... ¿lo que acaba de pasar... lo has soñado... o vivido tú también no? ¿Lo del sitio blanco ese...?
PUM.
Daruu dio un respingo y retiró la mano de golpe, tan de golpe como se había abierto la puerta. Por ella entraron Zetsuo y Kiroe, ambos con una sonrisa en el rostro.
Ambos con una sonrisa.
Ambos.
Zetsuo también.
Joder, qué mal rollo. ¿Os imagináis lo difícil que es ver la sonrisa en el rostro de alguien que el noventa coma nueve nueve nueve nueve nueve por ciento del tiempo —aquél día era, por lo visto, el porcentaje restante— parece una piedra ritual tótem de la Tribu de la Seriedad?
—¡Hemos oído voces y... ay, menos mal que ya habéis despertado! —Kiroe le dio un estrujón que le hizo temer por su vida, pero extrañamente las heridas no le dolían—. Menuda siesta, ¿eh? Lleváis una semana con las heridas totalmente curadas pero seguíais sin despertar. Estábamos empezando a preocuparnos.