25/10/2016, 01:51
¿Podemos dejar el tema de lado y proseguir con lo que nos concierne?
El calvo todavía no había terminado esa pregunta y ya se daba cuenta que no le estaba cayendo muy bien al alguacil. Espada en mano, aunque desenfundada todavía, y una cara de rabia que parecía ponerse un poquito más colorada a cada segundo que pasaba. Karamaru no pudo evitar sonreír, porque por fin le retrucaba a Datsue y sus "¿No es así, Karamaru?", pero por otro sus músculos se empezaban a afirmar a sabiendas de que Hisagi no estaba del todo contento en ese momento.
Fuera... ¡Largo de aquí!
Datsue daba un pequeño paso atrás, Karamaru seguía firme y plantado en el lugar al igual que Akame.
¿Pensáis que podéis venir aquí a mofaros de mí? ¿A insultarme, delante de todo el pueblo? ¿¡Pensáis que soy estúpido!?
Dos o tres pasos largos hicieron que la armadura brillante se acercase. Akame se movió, Datsue retrocedió a un más, el calvo siguió plantado en el lugar.
¿¡Es que no he sido lo suficientemente claro!?
Karamaru sintió un leve empujoncito desde atrás. justo lo que le faltaba. Con determinación encaró al alguacil y con cara seria se puso a centímetros de un frente a frente con la mirada fija en los ojos de Hisagi. Desafiante allí se plantaba para cubrir a sus compañeros y para defender su honor.
«¿Acaso crees que te tengo miedo?»
Si vuelvo a toparme con vosotros, os haré arrestar. No quiero volver a veros por mí pueblo.
Los gritos del Uchiha morocho se escuchaban a sus espaldas aunque el monje poco prestaba atención. Seguía con la mirada clavada en la otra, en la mirada del portador de esa armadura brillante. Datsue estaba cada vez más lejos, Akame parecía retroceder pero Karamaru seguía ahí. Hasta que el alguacil no diese un paso atrás él tampoco lo haría, cuestión de honor, cuestión de orgullo, cuestión de defender a sus compañeros y de demostrarles valentía.
El calvo todavía no había terminado esa pregunta y ya se daba cuenta que no le estaba cayendo muy bien al alguacil. Espada en mano, aunque desenfundada todavía, y una cara de rabia que parecía ponerse un poquito más colorada a cada segundo que pasaba. Karamaru no pudo evitar sonreír, porque por fin le retrucaba a Datsue y sus "¿No es así, Karamaru?", pero por otro sus músculos se empezaban a afirmar a sabiendas de que Hisagi no estaba del todo contento en ese momento.
Fuera... ¡Largo de aquí!
Datsue daba un pequeño paso atrás, Karamaru seguía firme y plantado en el lugar al igual que Akame.
¿Pensáis que podéis venir aquí a mofaros de mí? ¿A insultarme, delante de todo el pueblo? ¿¡Pensáis que soy estúpido!?
Dos o tres pasos largos hicieron que la armadura brillante se acercase. Akame se movió, Datsue retrocedió a un más, el calvo siguió plantado en el lugar.
¿¡Es que no he sido lo suficientemente claro!?
Karamaru sintió un leve empujoncito desde atrás. justo lo que le faltaba. Con determinación encaró al alguacil y con cara seria se puso a centímetros de un frente a frente con la mirada fija en los ojos de Hisagi. Desafiante allí se plantaba para cubrir a sus compañeros y para defender su honor.
«¿Acaso crees que te tengo miedo?»
Si vuelvo a toparme con vosotros, os haré arrestar. No quiero volver a veros por mí pueblo.
Los gritos del Uchiha morocho se escuchaban a sus espaldas aunque el monje poco prestaba atención. Seguía con la mirada clavada en la otra, en la mirada del portador de esa armadura brillante. Datsue estaba cada vez más lejos, Akame parecía retroceder pero Karamaru seguía ahí. Hasta que el alguacil no diese un paso atrás él tampoco lo haría, cuestión de honor, cuestión de orgullo, cuestión de defender a sus compañeros y de demostrarles valentía.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘