28/10/2016, 11:13
Observó el panorama fijando sus ojos verdosos en la recepcionista y por unos instantes sintió lástima por la pobre mujer que se encontraba al otro lado del mueble de madera, y es que no era fácil ser uno cuando todos los de la villa, prácticamente, se aglutinaban en frente de tu mesa para consultar mil y una cuestiones.
Eri suspiró y se sentó en una de las sillas que había allí, ya que, viendo cómo iba a ser la mañana, prefirió no hacer cola detrás de toda esa gente hasta que se disipase un poco el bullicio.
Entonces la puerta volvió a abrirse, seguido de un buenos días tal como ella había dicho segundos después de entrar en la estancia; pero algo hizo que la joven reparase más en aquel muchacho que había entrado.
''¡Es Riko!''
En su mente sonó emocionada al encontrarse con el chico de apellido Haiso, y al parecer, el chico también reparó en ella, ya que nada más verla, la saludó.
— ¡Hombre Eri, muy buenos días! ¿Cómo tu por aquí? — El tono de voz del chico sonaba alto, y Eri tardó unos minutos en procesar la información puesto que la mitad de su cabeza seguía dormida, bajo las sábanas.
— Buenos días Riko. — Saludó en un tono de voz más bajo que el del chico. — Me enviaron un mensaje de que hoy tendría que estar aquí, a lo mejor será otra misión, y espero que esta la complete de verdad... — Susurró aquello último más para ella que para el de rastras, y es que nunca tuvo oportunidad de terminar una misión de verdad. —¿Y tú? ¿Qué haces aquí? — Preguntó, curiosa.
Eri suspiró y se sentó en una de las sillas que había allí, ya que, viendo cómo iba a ser la mañana, prefirió no hacer cola detrás de toda esa gente hasta que se disipase un poco el bullicio.
Entonces la puerta volvió a abrirse, seguido de un buenos días tal como ella había dicho segundos después de entrar en la estancia; pero algo hizo que la joven reparase más en aquel muchacho que había entrado.
''¡Es Riko!''
En su mente sonó emocionada al encontrarse con el chico de apellido Haiso, y al parecer, el chico también reparó en ella, ya que nada más verla, la saludó.
— ¡Hombre Eri, muy buenos días! ¿Cómo tu por aquí? — El tono de voz del chico sonaba alto, y Eri tardó unos minutos en procesar la información puesto que la mitad de su cabeza seguía dormida, bajo las sábanas.
— Buenos días Riko. — Saludó en un tono de voz más bajo que el del chico. — Me enviaron un mensaje de que hoy tendría que estar aquí, a lo mejor será otra misión, y espero que esta la complete de verdad... — Susurró aquello último más para ella que para el de rastras, y es que nunca tuvo oportunidad de terminar una misión de verdad. —¿Y tú? ¿Qué haces aquí? — Preguntó, curiosa.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)