30/10/2016, 23:32
Pareces una buena persona, Karamaru-kun.
Rectificar es de sabios.
Karamaru se sintió aliviado por el cumplido del Uchiha. No tenía por qué, después de todo era un desconocido, pero así y todo acepto el cumplido con paz olvidando el moretón en la nuca que seguía teniendo. Sin embargo, mantuvo el silencio y la mirada fija sobre el agua.
Seguidme, anda
Tras un largo suspiro por el cual el calvo movería sus ojos para verlo, Datsue tomó las riendas del liderazgo y decidió guiar al grupo hasta su objetivo. El calvo se levantó, tomó una bola de arroz, y siguió al morocho de pelo largo unos pasos más atrás cual chico tímido.
Una vez llegados al pueblo y comenzaron a caminar por dentro el el calvo se sintió un par de veces incómodo al cruzarse con uno o dos habitantes.
«¿Por qué nos miran tan mal? ¿Qué acaso nunca se pelearon con alguien?»
Pero las calles pasaban y las esquinas que doblaban seguían sumando en cantidad. El monje ya estaba perdido pero esperaba que el guía no. Estuvo a punto de preguntar de si estaba seguro de que el camino era el correcto, pero siguió en silencio unos pasos más atrás dandole mordiscos al arroz hasta acabarlo.
En un momento Datsue se detuvo frente a una casa con el calvo detrás. Parecían haber llegado al destino, a la casa de Iwata.
Sugiero que esta vez seamos más… diplomáticos. O nos quedaremos sin gente a la que preguntar.
«Exactamente»- pensó el cenobita que estuvo por decirlo pero prefirió guardarse las palabras para él. Cada tanto se pasaba la mano por la nuca para seguir notando ese chichón que se le había hecho, le habían dado fuerte sin lugar a duda.
Rectificar es de sabios.
Karamaru se sintió aliviado por el cumplido del Uchiha. No tenía por qué, después de todo era un desconocido, pero así y todo acepto el cumplido con paz olvidando el moretón en la nuca que seguía teniendo. Sin embargo, mantuvo el silencio y la mirada fija sobre el agua.
Seguidme, anda
Tras un largo suspiro por el cual el calvo movería sus ojos para verlo, Datsue tomó las riendas del liderazgo y decidió guiar al grupo hasta su objetivo. El calvo se levantó, tomó una bola de arroz, y siguió al morocho de pelo largo unos pasos más atrás cual chico tímido.
Una vez llegados al pueblo y comenzaron a caminar por dentro el el calvo se sintió un par de veces incómodo al cruzarse con uno o dos habitantes.
«¿Por qué nos miran tan mal? ¿Qué acaso nunca se pelearon con alguien?»
Pero las calles pasaban y las esquinas que doblaban seguían sumando en cantidad. El monje ya estaba perdido pero esperaba que el guía no. Estuvo a punto de preguntar de si estaba seguro de que el camino era el correcto, pero siguió en silencio unos pasos más atrás dandole mordiscos al arroz hasta acabarlo.
En un momento Datsue se detuvo frente a una casa con el calvo detrás. Parecían haber llegado al destino, a la casa de Iwata.
Sugiero que esta vez seamos más… diplomáticos. O nos quedaremos sin gente a la que preguntar.
«Exactamente»- pensó el cenobita que estuvo por decirlo pero prefirió guardarse las palabras para él. Cada tanto se pasaba la mano por la nuca para seguir notando ese chichón que se le había hecho, le habían dado fuerte sin lugar a duda.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘