31/10/2016, 11:17
Cuando el rastas entró al edificio pronto se dio cuenta del gentío que allí se encontraba, la pobre recepcionista parecía tener un día muy ajetreado, pues a pesar del bullicio que aquella mañana había, estaba ella para atender a todos los que se presentaran al lugar, por lo que, inmediatamente, el de rastas supo que tendría que esperar un rato para que fuese su turno.
Para alivio de Riko, entre toda la gente consiguió reconocer en seguida una cara conocida, lo que amenizaría la espera.
— Buenos días Riko. Me enviaron un mensaje de que hoy tendría que estar aquí... — El resto de la frase no llegó a escucharla bien, pues el tono de su compañera de villa no le facilitó para nada el poder entenderlo. —¿Y tú? ¿Qué haces aquí?
El joven genin rápidamente cayó en la cuenta de que quizás les habían hecho llamar a los dos por algo, quizás iban a realizar una misión juntos, lo cual, siendo sinceros, le tranquilizaba un poco, al menos compartiría su primera misión con alguien conocido, y por qué no decirlo, una amiga.
— ¡Vaya, qué casualidad! A mi también me llegó un mensaje que me decía que tenía que venir hoy aquí. ¿Crees que será una misión para los dos? — Era lo que Riko esperaba, si no, ¿por qué iban a llamar a dos genin el mismo día y a la misma hora al edificio de la Uzukage?
Rápidamente, mirando una última vez a su alrededor, el moreno tomó asiento en una silla al lado de Eri.
— ¿Crees que tendremos que esperar mucho?
Para alivio de Riko, entre toda la gente consiguió reconocer en seguida una cara conocida, lo que amenizaría la espera.
— Buenos días Riko. Me enviaron un mensaje de que hoy tendría que estar aquí... — El resto de la frase no llegó a escucharla bien, pues el tono de su compañera de villa no le facilitó para nada el poder entenderlo. —¿Y tú? ¿Qué haces aquí?
El joven genin rápidamente cayó en la cuenta de que quizás les habían hecho llamar a los dos por algo, quizás iban a realizar una misión juntos, lo cual, siendo sinceros, le tranquilizaba un poco, al menos compartiría su primera misión con alguien conocido, y por qué no decirlo, una amiga.
— ¡Vaya, qué casualidad! A mi también me llegó un mensaje que me decía que tenía que venir hoy aquí. ¿Crees que será una misión para los dos? — Era lo que Riko esperaba, si no, ¿por qué iban a llamar a dos genin el mismo día y a la misma hora al edificio de la Uzukage?
Rápidamente, mirando una última vez a su alrededor, el moreno tomó asiento en una silla al lado de Eri.
— ¿Crees que tendremos que esperar mucho?
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»