29/05/2015, 10:11
La verdad es que no tenia ni una pequeña pizca de interés en por que Kori, el que seria nuestro profesor, emitía frío. Simplemente supuse que seria genética. Los caprichos de la genética no tenían limites, yo era un claro ejemplo de todo aquello. Un ser humano, o un vampiro si alguien lo prefiere así, que tenia mas sangre en su cuerpo que el resto, prácticamente estaba hecho de sangre y mi cuerpo no soportaba otro tipo de alimento que aquel dulce y delicioso liquido carmesí.
Aunque parecía ausente mientras me alimentaba, y parecía que ignoraba al mundo que me rodeaba, la verdad es que estuve completamente atento a la presentación de mi compañero. Era un chico normal y corriente, como yo. Mas o menos. Era ninja por que adoraba las artes ninjas y los combates. No le gustaban los bichos ni las enfermedades, y su aspiración era ascender como ninja. En realidad dijo que quería ser chunnin, pero yo imagine que después querría seguir ascendiendo.
Como Ayame parecía no querer responder, y la verdad pocas veces la había visto alzar la mano en clase para responder, sin ni siquiera preguntarle tome el segundo turno para mi. Cuanto antes me quitara las formalidades de encima, mejor.
— Yo soy Kurozuka Reiji, y la gente dice que soy un vampiro, así que supongo que lo seré, pero la verdad es que soy un chico la mar de normal y corriente, me gustan los cómics y los animales, mi animal favorito no es el murciélago, siento decepcionaros, pero son los cuervos — Hice una pausa para darle un trago a la sangre —La verdad es que mi padre me convenció para entrar a la academia con su esplendida dialéctica y sus dotes para el dialogo —Lo que en realidad se traduce con que utilizo su fuerza bruta para arrastrarme, tal y como había pasado hoy —Y bueno, al final le cogí el gustillo a esto de ser shinobi, pero mis habilidades ya hablaran por mi — Y es que si todos en aquella aula guardaban secretos bajos la manga, yo lo tenia tatuado en mi espalda, y bien grande, pero también estaba escondido —La verdad es que lo que mas me asusta es perder la cabeza por falta de alimento, atacar a otros seres humanos y convertirme en el monstruo que todos dicen que soy —Mas que un miedo, era una certeza, la desesperación y la falta de alimento podrían llevarlo a la locura, convertirlo en un animal salvaje que caza lo primero que pilla —Por ultimo, aspiro a entrar en el escuadrón de ANBU, así como mi madre
Terminadas las formalidades, y guardando algunos pequeños secretos que podían utilizar algún día en mi contra como el miedo a las serpientes, me senté a disfrutar de nuevo de mi dulce zumo de tomate humano.
Inevitablemente, y a menos que pasara algo extraño, ahora era el turno de Ayame.
Aunque parecía ausente mientras me alimentaba, y parecía que ignoraba al mundo que me rodeaba, la verdad es que estuve completamente atento a la presentación de mi compañero. Era un chico normal y corriente, como yo. Mas o menos. Era ninja por que adoraba las artes ninjas y los combates. No le gustaban los bichos ni las enfermedades, y su aspiración era ascender como ninja. En realidad dijo que quería ser chunnin, pero yo imagine que después querría seguir ascendiendo.
Como Ayame parecía no querer responder, y la verdad pocas veces la había visto alzar la mano en clase para responder, sin ni siquiera preguntarle tome el segundo turno para mi. Cuanto antes me quitara las formalidades de encima, mejor.
— Yo soy Kurozuka Reiji, y la gente dice que soy un vampiro, así que supongo que lo seré, pero la verdad es que soy un chico la mar de normal y corriente, me gustan los cómics y los animales, mi animal favorito no es el murciélago, siento decepcionaros, pero son los cuervos — Hice una pausa para darle un trago a la sangre —La verdad es que mi padre me convenció para entrar a la academia con su esplendida dialéctica y sus dotes para el dialogo —Lo que en realidad se traduce con que utilizo su fuerza bruta para arrastrarme, tal y como había pasado hoy —Y bueno, al final le cogí el gustillo a esto de ser shinobi, pero mis habilidades ya hablaran por mi — Y es que si todos en aquella aula guardaban secretos bajos la manga, yo lo tenia tatuado en mi espalda, y bien grande, pero también estaba escondido —La verdad es que lo que mas me asusta es perder la cabeza por falta de alimento, atacar a otros seres humanos y convertirme en el monstruo que todos dicen que soy —Mas que un miedo, era una certeza, la desesperación y la falta de alimento podrían llevarlo a la locura, convertirlo en un animal salvaje que caza lo primero que pilla —Por ultimo, aspiro a entrar en el escuadrón de ANBU, así como mi madre
Terminadas las formalidades, y guardando algunos pequeños secretos que podían utilizar algún día en mi contra como el miedo a las serpientes, me senté a disfrutar de nuevo de mi dulce zumo de tomate humano.
Inevitablemente, y a menos que pasara algo extraño, ahora era el turno de Ayame.