6/11/2016, 12:13
«Somos asesinos, además de defensores de unos ideales. Si ellos están faltando a éstos ideales jodiendo la vida de alguien de su propia aldea, lo mínimo que merecen es un escarmiento. ¿Les fue la vida en ello? Pues eso le servirá de ejemplo a los que le sigan. La vida es dura, pero lo es mas contra los que abusan y machacan al resto, a quienes usan todo lo que tienen a su disposición para joder a otro. Lo que no puede ser es que pienses que por madurar, crecer, y entrenar ellos van a plantarse en esa situación. El tiempo pasa para todos, y ellos también crecerán. Los abusos serán mas duros, y... ¿Quién te garantiza que no te usen de diana para entrenar el lanzamiento de shurikens algún día? Quien no lucha, muere. ¿Acaso no escuchaste los rumores de la Arashikage? ¿A cuantos mató antes de conseguir su puesto? ¿Crees que ella fue un gladiador que esperó y esperó? NO, ella tomó todo a la fuerza... no le importó edades, género, o que estuviesen durmiendo. Hizo justicia de la manera que tenía a mano. Sin dudarlo un segundo, yo actuaría igual.»
—Quizás el problema de tu soledad sea que tú eres el que quiere estar solo... piénsalo.
Unos podrían decir que aquello había sido como un puñetazo directo a la mandíbula. Otros usarían metáforas con armas, como que la espada había ido directa a la yugular. Algunos, incluso, usarían animales y dirían que lobo había caza al conejo. Pero todos y cada uno de ellos errarían con su afirmación. Por que si había algo minimamente destacable en el joven mudo era su capacidad para permanecer indiferente ante cualquier situación.
—¿Por que metes a todos los shinobis en el mismo saco? Tu eres una asesina, yo soy un espía. Tu matas, yo consigo información. Tu cortas, envenenas, clavas , golpeas, quemas o lo que quiera que hagas para acabar con tus enemigos. Yo observo, escucho e informo. Y la información vale mas que miles de cadáveres.
Eso era lo que a él le habían enseñado desde pequeño. No había sido entrenado como un guerrero, había sido entrenado como un ladrón. No había sido entrenado como un asesino, había sido entrenado como un espía. Para él una muerte solo tenia sentido en forma de información ¿Que clase de poder le daba la información sobre la persona que había llevado acabo aquel asesinato? ¿Que clase de información escondía el cadáver? Por que para la gente como Reiji, la información era un tesoro. La información confería poder sobre los demás. Y valía mas que cualquier joya.
—Hablas de impartir justicia, pero ni siquiera tu eres capaz de darle una definición a la palabra ¿Que es justo?¿Que no es justo?¿Es justo que mueran cientos de personas por el bienestar de una sola? Tal vez para esta ultima si sea justo, pero ¿Que piensa el resto? ¿Es justo quemar la casa de alguien mientras duerme para que arda hasta morir? Tal vez tu creas que si, pero ¿Que te ha hecho la familia de esta persona para que merezca morir quemada junto a él? No puedes hablar de justicia por que tu justicia termina donde empieza la mía.
Tal vez, lo peor de todo, era la voz plana y monotona. No había ira, ni odio, ni resentimiento. No había alegria, ni felicidad, ni amor. Nada. La voz de su mente no era mas que otro reflejo de su indiferencia. Monotona, plana y carente de cualquier sentimiento. No siempre era así, claro, podía expresar cualquier sentimiento con esa "Voz", pero en estos momentos no sentía nada. Ni estaba enfadado, ni estaba alegre.
—No hace falta que lo piense, y te equivocas al decir "Quizas", el problema de mi soledad es que soy yo el quiere estar solo. Las personas dan asco, siempre tengo que ser yo el que se esfuerza por comunicarse con los demás y nuca al revés, por que para los demás soy yo el raro, el deforme, el inútil. Soy yo el que aprendió el lenguaje de signos para poder comunicarme, pero después apenas alguien lo conoce. Soy yo el que tiene que viajar con un papel lleno de frases señalables para comunicarme con los demás. Soy yo el que tiene que gastar sus energías para comunicarme mentalmente con los demás. Yo, yo y solo yo. Así que si, también soy yo el que prefiere la soledad ¿quien no lo haría en mi situación?
—Quizás el problema de tu soledad sea que tú eres el que quiere estar solo... piénsalo.
Unos podrían decir que aquello había sido como un puñetazo directo a la mandíbula. Otros usarían metáforas con armas, como que la espada había ido directa a la yugular. Algunos, incluso, usarían animales y dirían que lobo había caza al conejo. Pero todos y cada uno de ellos errarían con su afirmación. Por que si había algo minimamente destacable en el joven mudo era su capacidad para permanecer indiferente ante cualquier situación.
—¿Por que metes a todos los shinobis en el mismo saco? Tu eres una asesina, yo soy un espía. Tu matas, yo consigo información. Tu cortas, envenenas, clavas , golpeas, quemas o lo que quiera que hagas para acabar con tus enemigos. Yo observo, escucho e informo. Y la información vale mas que miles de cadáveres.
Eso era lo que a él le habían enseñado desde pequeño. No había sido entrenado como un guerrero, había sido entrenado como un ladrón. No había sido entrenado como un asesino, había sido entrenado como un espía. Para él una muerte solo tenia sentido en forma de información ¿Que clase de poder le daba la información sobre la persona que había llevado acabo aquel asesinato? ¿Que clase de información escondía el cadáver? Por que para la gente como Reiji, la información era un tesoro. La información confería poder sobre los demás. Y valía mas que cualquier joya.
—Hablas de impartir justicia, pero ni siquiera tu eres capaz de darle una definición a la palabra ¿Que es justo?¿Que no es justo?¿Es justo que mueran cientos de personas por el bienestar de una sola? Tal vez para esta ultima si sea justo, pero ¿Que piensa el resto? ¿Es justo quemar la casa de alguien mientras duerme para que arda hasta morir? Tal vez tu creas que si, pero ¿Que te ha hecho la familia de esta persona para que merezca morir quemada junto a él? No puedes hablar de justicia por que tu justicia termina donde empieza la mía.
Tal vez, lo peor de todo, era la voz plana y monotona. No había ira, ni odio, ni resentimiento. No había alegria, ni felicidad, ni amor. Nada. La voz de su mente no era mas que otro reflejo de su indiferencia. Monotona, plana y carente de cualquier sentimiento. No siempre era así, claro, podía expresar cualquier sentimiento con esa "Voz", pero en estos momentos no sentía nada. Ni estaba enfadado, ni estaba alegre.
—No hace falta que lo piense, y te equivocas al decir "Quizas", el problema de mi soledad es que soy yo el quiere estar solo. Las personas dan asco, siempre tengo que ser yo el que se esfuerza por comunicarse con los demás y nuca al revés, por que para los demás soy yo el raro, el deforme, el inútil. Soy yo el que aprendió el lenguaje de signos para poder comunicarme, pero después apenas alguien lo conoce. Soy yo el que tiene que viajar con un papel lleno de frases señalables para comunicarme con los demás. Soy yo el que tiene que gastar sus energías para comunicarme mentalmente con los demás. Yo, yo y solo yo. Así que si, también soy yo el que prefiere la soledad ¿quien no lo haría en mi situación?