7/01/2017, 17:44
Datsue se pasaba la lengua por los labios, secos, mientras el reducido grupo caminaba en dirección a la Finca Makoto. Tenía la boca seca y la piel pálida, quizá producto del pequeño incidente que a punto había estado de convertirse en algo más serio, de no ser por la intervención de Karamaru, o quizá simplemente se encontraba así por el porro que se acababa de fumar.
Fuese como fuese, los tres shinobis alcanzaron su objetivo a los pocos minutos, ansiosos por descubrir el misterio que envolvía como un manto espectral a aquel lugar.
La primera impresión no fue tan mala como se hubiese imaginado. Una casa de dos plantas, con el jardín cuidado y sin signos de violencia. La valla metálica, sin embargo, chirrió al abrirse, y un escalofrío recorrió la espina dorsal del Uchiha. El hecho de que estuviese tan alejada del resto de casas tampoco ayudaba a su tranquilidad.
Y entonces, su primera piedra en el camino. Todas las posibles entradas parecían cerradas a simple vista.
—Sin duda alguien se ha asegurado de que ningún lugareño entrase en esta casa por accidente...
Datsue asintió, aunque...
—Eso no debería ser un problema para shinobis como nosotros —aseguró, adelantándose. Extrajo una ganzúa oculta de una de las mangas de su camisa, y se agachó junto a la cerradura de hierro negro con ribetes plateados—. Parece más compleja de lo que estoy acostumbrado… Quiero decir, de lo que he practicado en un ambiente seguro y protegido como la Academia —se corrigió, mientras probaba una y otra posición con la ganzúa para tratar de abrirla—. Y este maldito dolor de cabeza no ayuda. Esos cigarrillos medicinales me han dejado atolondrado… ¡y eso que solo fui fumador pasivo!
Se rio, y sus dedos forzaron un poco más la posición de la ganzúa, y de pronto…
¡Clic!
Fuese como fuese, los tres shinobis alcanzaron su objetivo a los pocos minutos, ansiosos por descubrir el misterio que envolvía como un manto espectral a aquel lugar.
La primera impresión no fue tan mala como se hubiese imaginado. Una casa de dos plantas, con el jardín cuidado y sin signos de violencia. La valla metálica, sin embargo, chirrió al abrirse, y un escalofrío recorrió la espina dorsal del Uchiha. El hecho de que estuviese tan alejada del resto de casas tampoco ayudaba a su tranquilidad.
Y entonces, su primera piedra en el camino. Todas las posibles entradas parecían cerradas a simple vista.
—Sin duda alguien se ha asegurado de que ningún lugareño entrase en esta casa por accidente...
Datsue asintió, aunque...
—Eso no debería ser un problema para shinobis como nosotros —aseguró, adelantándose. Extrajo una ganzúa oculta de una de las mangas de su camisa, y se agachó junto a la cerradura de hierro negro con ribetes plateados—. Parece más compleja de lo que estoy acostumbrado… Quiero decir, de lo que he practicado en un ambiente seguro y protegido como la Academia —se corrigió, mientras probaba una y otra posición con la ganzúa para tratar de abrirla—. Y este maldito dolor de cabeza no ayuda. Esos cigarrillos medicinales me han dejado atolondrado… ¡y eso que solo fui fumador pasivo!
Se rio, y sus dedos forzaron un poco más la posición de la ganzúa, y de pronto…
¡Clic!
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado