13/01/2017, 11:33
(Última modificación: 19/02/2017, 14:51 por Uzumaki Eri.)
Después de su parada en Ushi para descansar por su pequeño viaje por Oonindo, Eri decidió que, para completar su pequeño periplo, lo mejor sería pasar por el Bosque de la Hoja y acercarse al cráter del que tantas veces había escuchado y leído. Curiosa como la que más y un poco decepcionada al no haberlo podido ver con sus propios ojos con anterioridad, vio con claridad que aquel momento iba ser el adecuado.
Por tanto, dejando atrás el sinfín de árboles y la frondosidad del bosque, encontró lo que ahora se conocía por los Restos de Konoha. Nunca pudo imaginarse con exactitud lo que podría haber sido vivir allí, quizá lo mismo que vivir en Uzushiogakure pues no estaban muy alejadas la una de la otra, pero, ¿quién sabía?
Sus ojos de color extraño observaron con extraña tranquilidad el enorme agujero que se encontraba delante de sus pies, y el silencio que la acompañaba hacía que la piel de su nuca se erizase y tuviese que reprimir los escalofríos que la recorrían, pero por lo demás, sí, estaba tranquila.
Hasta que detectó un intruso en la imagen que sus orbes magenta proyectaban: ahí, en medio del cráter se encontraba lo que podía ser una persona que, debido a la lejanía, no apreciaba con claridad. ¿Quién podría haber allí en el centro? ¿Acaso... Konohagakure existía y todo este tiempo habían sido engañados por los libros y las leyendas? ¿Sería aquel el kage de Konoha? Las preguntas eran pocas, pero respuestas las mismas: ninguna.
Curiosa, decidió acercarse y resolver sus dudas por ella misma, por lo que se deslizó más rápido de lo que hubiese querido hacia el interior del cráter, y cuando ya estaba lo suficientemente cerca, actuó.
— Perdona, ¿por casualidad no serás, y recalco lo de casualidad; un habitante de Konoha emergido del cráter? — Allá iba la pequeña bomba.
Por tanto, dejando atrás el sinfín de árboles y la frondosidad del bosque, encontró lo que ahora se conocía por los Restos de Konoha. Nunca pudo imaginarse con exactitud lo que podría haber sido vivir allí, quizá lo mismo que vivir en Uzushiogakure pues no estaban muy alejadas la una de la otra, pero, ¿quién sabía?
Sus ojos de color extraño observaron con extraña tranquilidad el enorme agujero que se encontraba delante de sus pies, y el silencio que la acompañaba hacía que la piel de su nuca se erizase y tuviese que reprimir los escalofríos que la recorrían, pero por lo demás, sí, estaba tranquila.
Hasta que detectó un intruso en la imagen que sus orbes magenta proyectaban: ahí, en medio del cráter se encontraba lo que podía ser una persona que, debido a la lejanía, no apreciaba con claridad. ¿Quién podría haber allí en el centro? ¿Acaso... Konohagakure existía y todo este tiempo habían sido engañados por los libros y las leyendas? ¿Sería aquel el kage de Konoha? Las preguntas eran pocas, pero respuestas las mismas: ninguna.
Curiosa, decidió acercarse y resolver sus dudas por ella misma, por lo que se deslizó más rápido de lo que hubiese querido hacia el interior del cráter, y cuando ya estaba lo suficientemente cerca, actuó.
— Perdona, ¿por casualidad no serás, y recalco lo de casualidad; un habitante de Konoha emergido del cráter? — Allá iba la pequeña bomba.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)