13/01/2017, 16:11
(Última modificación: 29/07/2017, 01:49 por Amedama Daruu.)
Estaba ensemismado en el centro del cráter, observando el horizonte en la lejanía cuando una voz le sobresaltó, a sus espaldas. Daruu se dio la vuelta de golpe e inicialmente se puso en guardia, pero bajó enseguida los brazos.
Se trataba de una muchacha bajita de tez clara y nariz chata, con unos ojos grandes de un brillante color magenta. A juego con el pelo, debemos aclarar, de color púrpura, corto y casi tan despeinado como el suyo, con un flequillo recogido hacia la izquierda. Llevaba un jersey a juego con su pelo, aunque Daruu no se estaba fijando precisamente en el jersey. Parecía una niña pero desde luego no era una niña en todos los sentidos. Avergonzado, subió los ojos hacia su cabecita, que dada a su corta estatura veía desde arriba. Era una kunoichi de Uzushiogakure.
—Perdona, ¿por casualidad no serás, y recalco lo de casualidad; un habitante de Konoha emergido del cráter? —dijo la chica.
¿Q-qué...? —La miró a los ojos, tratando de discernir si estaba intentando tomarle el pelo o no. No, no lo estaba, no lo parecía. Dejó escapar una sonora carcajada—. Di-disculpa, pero no —se limpió una lágrima con un dedo y señaló su bandana de Amegakure, firmemente asida a la frente—. De aquí procede mi clan, y mi aldea está muy lejos. Aprovecho un viaje con mi madre para visitar los restos de la Hoja.
«Deberías de revelar menos información, idiota», le picó un bicho arriba en la cabeza.
Se trataba de una muchacha bajita de tez clara y nariz chata, con unos ojos grandes de un brillante color magenta. A juego con el pelo, debemos aclarar, de color púrpura, corto y casi tan despeinado como el suyo, con un flequillo recogido hacia la izquierda. Llevaba un jersey a juego con su pelo, aunque Daruu no se estaba fijando precisamente en el jersey. Parecía una niña pero desde luego no era una niña en todos los sentidos. Avergonzado, subió los ojos hacia su cabecita, que dada a su corta estatura veía desde arriba. Era una kunoichi de Uzushiogakure.
—Perdona, ¿por casualidad no serás, y recalco lo de casualidad; un habitante de Konoha emergido del cráter? —dijo la chica.
¿Q-qué...? —La miró a los ojos, tratando de discernir si estaba intentando tomarle el pelo o no. No, no lo estaba, no lo parecía. Dejó escapar una sonora carcajada—. Di-disculpa, pero no —se limpió una lágrima con un dedo y señaló su bandana de Amegakure, firmemente asida a la frente—. De aquí procede mi clan, y mi aldea está muy lejos. Aprovecho un viaje con mi madre para visitar los restos de la Hoja.
«Deberías de revelar menos información, idiota», le picó un bicho arriba en la cabeza.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)