13/01/2017, 17:12
(Última modificación: 29/07/2017, 01:30 por Amedama Daruu.)
Ayame dudó un momento. Le miró a él, luego a la mano, luego a él de nuevo. Daruu expresó su desconcierto con un levantamiento de ceja. «¿Pero qué le pasa?». Finalmente, la muchacha agarró su mano y se impulsó para levantarse.
—Gracias... —dijo Ayame. No pudo evitar detectar un pequeño mohín cuando su vecina reparó en la bandana de Amegakure en su frente. De pronto, se sintió algo culpable.
«Así que al final no lo logró...»
Ayame había estado desconectándose poco a poco del ritmo habitual de la clase. La verdad es que no la culpaba. Sabía de primera mano que tenía problemas con algunos tipejos que se dedicaban a creerse mejor que los demás. Pero nunca se había atrevido a intervenir. Quizás porque no quería problemas.
Y eso sólo le hacía sentir... «Egoísta.»
—Vaya. Conseguiste graduarte como genin. Felicidades.
—¿Necesitas ayuda? ¿Hay algo que se te resista? Puedo intentar... echarte una mano? —dijo. Se sonrojó. No estaba muy acostumbrado a hablar con ella, y eso que sus familias se habían conocido desde siempre—. No, en serio, ánimo. Ya verás como en nada lo consigues. Yo... No me importa ayudar, en serio.
Al menos los matones aquellos habían salido ya de la academia. Bueno, quizás eso era peor para la sociedad...
—Gracias... —dijo Ayame. No pudo evitar detectar un pequeño mohín cuando su vecina reparó en la bandana de Amegakure en su frente. De pronto, se sintió algo culpable.
«Así que al final no lo logró...»
Ayame había estado desconectándose poco a poco del ritmo habitual de la clase. La verdad es que no la culpaba. Sabía de primera mano que tenía problemas con algunos tipejos que se dedicaban a creerse mejor que los demás. Pero nunca se había atrevido a intervenir. Quizás porque no quería problemas.
Y eso sólo le hacía sentir... «Egoísta.»
—Vaya. Conseguiste graduarte como genin. Felicidades.
—¿Necesitas ayuda? ¿Hay algo que se te resista? Puedo intentar... echarte una mano? —dijo. Se sonrojó. No estaba muy acostumbrado a hablar con ella, y eso que sus familias se habían conocido desde siempre—. No, en serio, ánimo. Ya verás como en nada lo consigues. Yo... No me importa ayudar, en serio.
Al menos los matones aquellos habían salido ya de la academia. Bueno, quizás eso era peor para la sociedad...