13/01/2017, 20:21
(Última modificación: 29/07/2017, 01:50 por Amedama Daruu.)
Cuando la persona que se encontraba de pie frente a ella se dio la vuelta, Eri no pudo evitar abrir los ojos de asombro al encontrarse con un chico de ojos blancos. No eran azules, ni grises, eran blancos.
«Como las nubes»
Sin duda, los dos orbes que adornaban la parte superior de su cara era una cosa peculiar que la muchacha no podía dejar de mirar, sin embargo, también habían rasgos que no eran atípicos en las personas: un tatuaje dibujado en su mejilla derecha de dos colores que le recordaron vagamente al perro que le gruñía cuando iba de camino a la academia, ¿acaso tendría relación con algún tipo de perro? ¿Una mascota fantasma del pasado que le atormentaba por las noches? Puede que sí, puede que no.
Tuvo que parar de analizarle pues la voz del desconocido se coló en sus pensamientos con un suave tartamudeo, sin embargo, no se le pasó por alto el símbolo que llevaba gravado en la frente.
«No, no es de Konoha...»
¿Q-qué...? — Preguntó el de Amegakure para luego soltar una risotada que hizo como sentir a Eri como si su pregunta fuese lo más tonta del mundo. Y la verdad, es que lo era ahora mismo. —. Di-disculpa, pero no
La pequeña se rascó la nuca mientras formaba una sonrisa nerviosa, acababa de meter la pata hasta el fondo, y se había dado cuenta un poco más tarde de lo habitual.
«Si tan solo le hubiese visto la frente...»
— De aquí procede mi clan, y mi aldea está muy lejos. Aprovecho un viaje con mi madre para visitar los restos de la Hoja.
La de cabellos púrpura no le estaba prestando mucha atención ya que sus ojos comenzaban a picarle de tal estupidez que había preguntado, sin embargo no quería que aquel chico la viese llorar por tal tontería. Pero... ¡Es que había sido muy tonta!
— P-perdona... — Se disculpó bajando la mirada. — Es que... Como te había visto aquí... En el centro... Solo... ¡Ay! — Sorbió antes de que no pudiese retener más las ganas de llorar. — ¡Lo siento mucho!
«Como las nubes»
Sin duda, los dos orbes que adornaban la parte superior de su cara era una cosa peculiar que la muchacha no podía dejar de mirar, sin embargo, también habían rasgos que no eran atípicos en las personas: un tatuaje dibujado en su mejilla derecha de dos colores que le recordaron vagamente al perro que le gruñía cuando iba de camino a la academia, ¿acaso tendría relación con algún tipo de perro? ¿Una mascota fantasma del pasado que le atormentaba por las noches? Puede que sí, puede que no.
Tuvo que parar de analizarle pues la voz del desconocido se coló en sus pensamientos con un suave tartamudeo, sin embargo, no se le pasó por alto el símbolo que llevaba gravado en la frente.
«No, no es de Konoha...»
¿Q-qué...? — Preguntó el de Amegakure para luego soltar una risotada que hizo como sentir a Eri como si su pregunta fuese lo más tonta del mundo. Y la verdad, es que lo era ahora mismo. —. Di-disculpa, pero no
La pequeña se rascó la nuca mientras formaba una sonrisa nerviosa, acababa de meter la pata hasta el fondo, y se había dado cuenta un poco más tarde de lo habitual.
«Si tan solo le hubiese visto la frente...»
— De aquí procede mi clan, y mi aldea está muy lejos. Aprovecho un viaje con mi madre para visitar los restos de la Hoja.
La de cabellos púrpura no le estaba prestando mucha atención ya que sus ojos comenzaban a picarle de tal estupidez que había preguntado, sin embargo no quería que aquel chico la viese llorar por tal tontería. Pero... ¡Es que había sido muy tonta!
— P-perdona... — Se disculpó bajando la mirada. — Es que... Como te había visto aquí... En el centro... Solo... ¡Ay! — Sorbió antes de que no pudiese retener más las ganas de llorar. — ¡Lo siento mucho!
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)