17/01/2017, 00:21
La sorpresa pareció abatir la mente del pobre chico, aunque cabe decir que no es de extrañar, para nada se trataba de una situación convencional. Admitió la derrota psicológica, pero no por ello pareció desanimarse a continuar con la conversación. Justo pareció lo contrario, rebatía con el arma del peliverde, sentándose como si nada y preguntando sin recelo acerca de cual de entre tantos verdaderos e innegables dioses le venía a hablar. Duro golpe a cualquier verdadero fanático que pudiese escuchar la blasfemia a su ente todopoderoso, y el verde debía disimular el hecho.
—Por Dios, hijo mio... que perdido estás! —Se quejó mientras llevaba la mano hacia la frente en una afligida reacción. —Solo existe uno, ¿Quien te ha dicho que hayan mas? Si hubiesen mas dioses que uno solo, se habrían labrado un camino propio, y no existiría una única humanidad si no que habrían dos, o mas... ¿no crees?
»Solo existe un Dios, se llama Eko, y es el único que te habla cuando mas lo necesitas si verdaderamente tienes fé en él. El otro días estaba en un acantilado, y él amablemente repetía las últimas palabras que yo decía... verdaderamente es poderoso y sobrenatural. Ningún otro Dios es capaz de hacer eso. Arremetió con dureza a cualquier otra religión. Poco le importaba la creencia que le hubiesen podido inculcar al chico, la verdad, se había metido en un absurdo papel de eclesiástico del eco de lleno, y ya no había vuelta atrás... ¿o sí?
Quizás dependiendo de la respuesta del chico la actitud cambiase fugazmente, total, éste papel de fanático del eco tampoco le estaba llenando por completo. Era algo divertido y tal, pero nada del otro mundo... ¿Quizás un truco de cartas sería mas divertido? Pero esa pregunta le hacía llegar a otra, ¿cómo pasar de una charla religiosa a un truco de cartas?
—Por Dios, hijo mio... que perdido estás! —Se quejó mientras llevaba la mano hacia la frente en una afligida reacción. —Solo existe uno, ¿Quien te ha dicho que hayan mas? Si hubiesen mas dioses que uno solo, se habrían labrado un camino propio, y no existiría una única humanidad si no que habrían dos, o mas... ¿no crees?
»Solo existe un Dios, se llama Eko, y es el único que te habla cuando mas lo necesitas si verdaderamente tienes fé en él. El otro días estaba en un acantilado, y él amablemente repetía las últimas palabras que yo decía... verdaderamente es poderoso y sobrenatural. Ningún otro Dios es capaz de hacer eso. Arremetió con dureza a cualquier otra religión. Poco le importaba la creencia que le hubiesen podido inculcar al chico, la verdad, se había metido en un absurdo papel de eclesiástico del eco de lleno, y ya no había vuelta atrás... ¿o sí?
Quizás dependiendo de la respuesta del chico la actitud cambiase fugazmente, total, éste papel de fanático del eco tampoco le estaba llenando por completo. Era algo divertido y tal, pero nada del otro mundo... ¿Quizás un truco de cartas sería mas divertido? Pero esa pregunta le hacía llegar a otra, ¿cómo pasar de una charla religiosa a un truco de cartas?