19/01/2017, 17:12
(Última modificación: 29/07/2017, 01:30 por Amedama Daruu.)
A pesar de su ofrecimiento, Ayame no parecía estar dispuesta a aceptar ningún tipo de ayuda. Ningún problema con eso. Daruu no pretendía meterle a nadie la ayuda por la garganta, pero...
...le tenía un extraño cariño a aquella chica, y en verdad quería ayudarla. Algo dentro de él se removía cuando la veía con aquél mohín. También notaba otras muchas cosas, pero forzaba a su cabeza a evadirlas. También las evadió en ese momento y la dejó tranquila.
—De momento no me he atrevido con ninguna misión, la verdad —dijo—. Estoy entrenando. Siento que aún me hace falta. Hay cosas... que quiero saber.
¿Qué haces por aquí, a las afueras de la aldea?
—¿Eh? —Daruu dio un respingo y miró hacia un lado y hacia otro, disimulando francamente mal que sabía perfectamente donde se encontraba—. Esto... ¡Nada! Nada. Me he perdido. Un poco.
»¿Y... y tú?
...le tenía un extraño cariño a aquella chica, y en verdad quería ayudarla. Algo dentro de él se removía cuando la veía con aquél mohín. También notaba otras muchas cosas, pero forzaba a su cabeza a evadirlas. También las evadió en ese momento y la dejó tranquila.
—De momento no me he atrevido con ninguna misión, la verdad —dijo—. Estoy entrenando. Siento que aún me hace falta. Hay cosas... que quiero saber.
¿Qué haces por aquí, a las afueras de la aldea?
—¿Eh? —Daruu dio un respingo y miró hacia un lado y hacia otro, disimulando francamente mal que sabía perfectamente donde se encontraba—. Esto... ¡Nada! Nada. Me he perdido. Un poco.
»¿Y... y tú?