24/01/2017, 18:57
La kunoichi había aceptado finalmente a lanzar una shuriken mas, pero esta vez con Mogura como espectador. Tras un par de preparativos mas que nada estéticos, la chica se coloco a una distancia considerable del objetivo, la diana en el árbol y antes de efectuar su lanzamiento advirtió una última cosa:
Pero no vale reírse...
El joven médico se limitó a hacer una muda reverencia, no iba a hacer algo como eso. Sus objetivos en aquel momento eran otros pero para poder llevar a cabo alguno necesitaba primero que la chica tirara ese shuriken.
Parecía que el arma arrojadiza llegaría a realizar su cometido pero no era ese su destino, pues en el momento de la verdad tomaría un camino diferente e impactaría en un lugar indeseado.
Para cuando Ayame terminase de lamentarse y quisiese volver a mirar en dirección a Mogura, vería que este no estaba en su última ubicación conocida, sino que estaba midiendo la distancia dando largos pasos. Finalmente se detuvo a aproximadamente un par de metros del árbol.
Fue un lanzamiento bastante recto, en este punto fue donde empezó a variar su ángulo.
Y junto a sus palabras arrastró su bota por el piso, dejando una marca en el suelo de aquel lugar.
Intenta de nuevo desde aquí, por favor.
Dijo con un tono bastante calmado para luego hacerse a un lado invitándola con un gesto de su mano, como cuando se invita a una persona a ingresar a algún lugar.
Pero no vale reírse...
El joven médico se limitó a hacer una muda reverencia, no iba a hacer algo como eso. Sus objetivos en aquel momento eran otros pero para poder llevar a cabo alguno necesitaba primero que la chica tirara ese shuriken.
Parecía que el arma arrojadiza llegaría a realizar su cometido pero no era ese su destino, pues en el momento de la verdad tomaría un camino diferente e impactaría en un lugar indeseado.
Para cuando Ayame terminase de lamentarse y quisiese volver a mirar en dirección a Mogura, vería que este no estaba en su última ubicación conocida, sino que estaba midiendo la distancia dando largos pasos. Finalmente se detuvo a aproximadamente un par de metros del árbol.
Fue un lanzamiento bastante recto, en este punto fue donde empezó a variar su ángulo.
Y junto a sus palabras arrastró su bota por el piso, dejando una marca en el suelo de aquel lugar.
Intenta de nuevo desde aquí, por favor.
Dijo con un tono bastante calmado para luego hacerse a un lado invitándola con un gesto de su mano, como cuando se invita a una persona a ingresar a algún lugar.
Hablo - Pienso