8/06/2015, 15:44
(Última modificación: 8/06/2015, 15:45 por Inuzuka Nabi.)
Shiori parecia no tener ninguna intención de parar. Pero Kazuma no tenia intención de suavizarlo, sino que le lanzaria el shuriken tal y como habia hecho con Nabi. El arma se poso a los pies de la pelirroja, quien ni siquiera giro la cabeza a Kazuma, aún cuando este soltó un breve discurso sobre lo idiota que era y no sé qué más. Seguian sosteniendola entre ella y el rubio. La mirada de Nabi era una llena de decisión, y la de Shiori estaba llena de determinación.
Lo verdaderamente perturbador, era la sonrisa de Nabi, no era una burlesca como solia tener, sino una de quien sabe que ha ganado. Sabia que la jounin podia matarlo en cualquier momento, pero si eso servia para proteger al imbecil que de verdad se merecia una paliza, él habia ganado, pues esa habia sido su intención.
La Kureji escuchó las palabras del peliblanco, así como las del marionetista, y habia una conclusión que estaba clara, los tres estaban como putas regaderas. Más el Ishimura y el Nabi, pero porque el Eikyu no tenia cojones para demostrar lo loco que esta. El verdadero peligro era el peliblanco, Nabi se habia levantado para proteger a su compañero, pero el otro tenia unas ideas muy peligrosas. Cuando uno de los tres integrantes de su equipo empezaba a suplicar, habian tenido bastante para su primera vez.
La mano alrededor del cuello de Nabi se apretó, y con un movimiento amplio y una sonrisa en el rostro, Shiori lo lanzó en dirección a Kazuma. Y efectivamente, cayó encima de este sin forma de evitarlo. Pues habia sido algo inesperado tanto por el rubio como por el marionetista, y el otro estaba inconsciente, aunque de la hostia lo mismo resucitaba. Suspiró antes de dirigirse a Juro.
No te preocupes por Kazuma, esta mal porque es un debilucho que no aguanta nada, pero no tiene nada roto y cuando se levante lo único que tendra seran agujetas. Aprendí como golpear los puntos de dolor del cuerpo, así que si quiero puedo provocar mucho dolor sin apenas secuelas fisicas. Lo mismo con Nabi, excepto por el lanzamiento de ahora, eso puede dejarles secuelas.
Bueno, mañana al amanecer en las playas de Uzushiogakure. Os iba a dar algo de margen, pero viendo el panorama, vamos a necesitar más mano dura de la que pensaba. Ten, dale uno a cada uno. Os quiero antes de que amanezca preparados. Mañana no habra excusas.
Se metió la mano en el portaobjetos y de él sacó tres comunicadores que le lanzaria a Juro, esperando que los cogiera, aunque no sabia muy bien si el shock le dejaria moverse tan agilmente como era normalmente. La pelirroja se daria media vuelta dispuesta a marcharse, pero no podria evitar pararse ante el shuriken de Kazuma. Se pondria en cuclillas para recogerlo. Lo miraria unos segundos y sin girarse se lo lanzaria al marionetista sin girarse haciendole un pequeño corte en la mejilla.
Espabila, Juro.
Y desapareceria. Nabi se sentaria, aún encima de Kazuma para ver como Shiori le lanzaba el shuriken a Juro. Supusó que para no dejarlo marginado, aunque podria haberle dado un par de hostias tambien, bueno, se conformaba con el acojone que tendria el marionetista encima. Lo mismo se habia hecho pipi y todo. El rubio recuperó su sonrisa, pero esta vez no parecia la misma de antes, era una sonrisa expectante, de que les prepararia para la proxima. Empezó a tocarle con el dedo indice los mofletes a Kazuma, para ver si reaccionaba.
Lo verdaderamente perturbador, era la sonrisa de Nabi, no era una burlesca como solia tener, sino una de quien sabe que ha ganado. Sabia que la jounin podia matarlo en cualquier momento, pero si eso servia para proteger al imbecil que de verdad se merecia una paliza, él habia ganado, pues esa habia sido su intención.
La Kureji escuchó las palabras del peliblanco, así como las del marionetista, y habia una conclusión que estaba clara, los tres estaban como putas regaderas. Más el Ishimura y el Nabi, pero porque el Eikyu no tenia cojones para demostrar lo loco que esta. El verdadero peligro era el peliblanco, Nabi se habia levantado para proteger a su compañero, pero el otro tenia unas ideas muy peligrosas. Cuando uno de los tres integrantes de su equipo empezaba a suplicar, habian tenido bastante para su primera vez.
La mano alrededor del cuello de Nabi se apretó, y con un movimiento amplio y una sonrisa en el rostro, Shiori lo lanzó en dirección a Kazuma. Y efectivamente, cayó encima de este sin forma de evitarlo. Pues habia sido algo inesperado tanto por el rubio como por el marionetista, y el otro estaba inconsciente, aunque de la hostia lo mismo resucitaba. Suspiró antes de dirigirse a Juro.
No te preocupes por Kazuma, esta mal porque es un debilucho que no aguanta nada, pero no tiene nada roto y cuando se levante lo único que tendra seran agujetas. Aprendí como golpear los puntos de dolor del cuerpo, así que si quiero puedo provocar mucho dolor sin apenas secuelas fisicas. Lo mismo con Nabi, excepto por el lanzamiento de ahora, eso puede dejarles secuelas.
Bueno, mañana al amanecer en las playas de Uzushiogakure. Os iba a dar algo de margen, pero viendo el panorama, vamos a necesitar más mano dura de la que pensaba. Ten, dale uno a cada uno. Os quiero antes de que amanezca preparados. Mañana no habra excusas.
Se metió la mano en el portaobjetos y de él sacó tres comunicadores que le lanzaria a Juro, esperando que los cogiera, aunque no sabia muy bien si el shock le dejaria moverse tan agilmente como era normalmente. La pelirroja se daria media vuelta dispuesta a marcharse, pero no podria evitar pararse ante el shuriken de Kazuma. Se pondria en cuclillas para recogerlo. Lo miraria unos segundos y sin girarse se lo lanzaria al marionetista sin girarse haciendole un pequeño corte en la mejilla.
Espabila, Juro.
Y desapareceria. Nabi se sentaria, aún encima de Kazuma para ver como Shiori le lanzaba el shuriken a Juro. Supusó que para no dejarlo marginado, aunque podria haberle dado un par de hostias tambien, bueno, se conformaba con el acojone que tendria el marionetista encima. Lo mismo se habia hecho pipi y todo. El rubio recuperó su sonrisa, pero esta vez no parecia la misma de antes, era una sonrisa expectante, de que les prepararia para la proxima. Empezó a tocarle con el dedo indice los mofletes a Kazuma, para ver si reaccionaba.
—Nabi—