30/01/2017, 18:22
Mientras guardaba cuidadosamente su estrella metálica en el portaobjetos de cuero negro que llevaba enganchado al cinturón, Akame negó con resignación. «Ni siquiera sabe quién fue Uchiha Hazama-sama, Susanoo, perdónale...». La ignorancia de aquel chico sobre sus propias raíces nunca dejaba de sorprenderle, aunque en el fondo supiera que no debía hacerlo. Al fin y al cabo, por ese mismo motivo Tengu era necesario. Él era necesario. Aquella ignorancia, aquel conocimiento ancestral y gloria perdida daban sentido a su propia existencia. En otro tiempo, personas como Uchiha Akame no hubieran encontrado, quizá, su hueco en el mundo.
La voz de Haskoz le sacó de sus divagaciones.
—Uchiha Hazama fue el héroe más grande de nuestro linaje. Un formidable guerrero y líder que alcanzó la gloria suprema y llevó al clan a una época de prosperidad como nuna la ha vuelto a haber —su voz, naturalmente calma, se había desprendido de aquella tranquilidad para vestirse de ferviente convicción—. Noble, justo, poderoso, sabio... Faltan virtudes que atribuir a esta figura. Algunos dicen, incluso, que llegó a poseer el poder de un Dios...
Calló de repente, pues había hablado demasiado. Aquellas otras historias sobre Hazama eran menos conocidas —de hecho él sólo había oído algo que su maestra le comentaba de vez en cuando— y desde luego, no aptas para un extraño. Por muy Uchiha que fuese. «Algún día yo mismo desentrañaré los misterios de nuestra sangre».
—En efecto, esta espada no es una hoja común y corriente —asintió Akame—. De acuerdo a los datos que se han recopilado hasta la fecha, Hazama la forjó personalmente para vengar la muerte de su rival y compañero, Senju Kyosuke, de ahí el nombre.
La voz de Haskoz le sacó de sus divagaciones.
—Uchiha Hazama fue el héroe más grande de nuestro linaje. Un formidable guerrero y líder que alcanzó la gloria suprema y llevó al clan a una época de prosperidad como nuna la ha vuelto a haber —su voz, naturalmente calma, se había desprendido de aquella tranquilidad para vestirse de ferviente convicción—. Noble, justo, poderoso, sabio... Faltan virtudes que atribuir a esta figura. Algunos dicen, incluso, que llegó a poseer el poder de un Dios...
Calló de repente, pues había hablado demasiado. Aquellas otras historias sobre Hazama eran menos conocidas —de hecho él sólo había oído algo que su maestra le comentaba de vez en cuando— y desde luego, no aptas para un extraño. Por muy Uchiha que fuese. «Algún día yo mismo desentrañaré los misterios de nuestra sangre».
—En efecto, esta espada no es una hoja común y corriente —asintió Akame—. De acuerdo a los datos que se han recopilado hasta la fecha, Hazama la forjó personalmente para vengar la muerte de su rival y compañero, Senju Kyosuke, de ahí el nombre.