5/02/2017, 15:42
(Última modificación: 29/07/2017, 01:51 por Amedama Daruu.)
Antes de poder seguir con su conversación tan casual en un lugar normal y corriente como podía ser, no sé, un cráter; la pequeña fue arrollada por el chico que la acompañaba. La chica cerró los ojos esperando el impacto y cuando llegó, se permitió un par de pequeños segundos para volver a abrirlos, justo cuando Daruu ya se separaba de ella.
La pequeña se encontraba desconcertada, y tras juzgar el sonido que había escuchado instantes antes de caer ató cabos, ¡acababan de atacarles y Daruu había salvado su corta vida! Pero antes de agradecimientos o palabras bien sonantes, una tercera persona hizo acto de presencia, y no parecía especialmente contento. Eri entrecerró los ojos para analizar el símbolo que se ocultaba tras sus cabellos, pero no logró descifrarlo con total claridad.
—¡¡Estáis profanando los restos sagrados de Konohagakure!! ¡Largo, o seréis pasto de los gusanos!
Eri tiritó cuando logró ponerse de nuevo de pie, por ello sintió que volvería a caer si no se centraba en mandar las señales adecuadas a sus piernas. ¡Ella no quería problemas de ninguna de las maneras! Además, si la persona que tenía delante a pocos metros decidía ponerse a pelear con ambos, saldrían perdiendo, porque, no sabía Daruu; pero ella acababa de graduarse hace poco y prácticamente carecía de experiencia.
—Esto... No queremos problemas, ¿vale?
— Disculpa... — Balbuceó la pequeña agarrando la prenda superior de Daruu. — Vámonos Daruu... Venga...
Lo mejor sería hacer lo que decía el hombre y salir de allí por patas. Uno era ser un ninja y luchar por lo que era justo, y otra cosa era arriesgar su vida en una pelea que no tenía posibilidades de ganar.
La pequeña se encontraba desconcertada, y tras juzgar el sonido que había escuchado instantes antes de caer ató cabos, ¡acababan de atacarles y Daruu había salvado su corta vida! Pero antes de agradecimientos o palabras bien sonantes, una tercera persona hizo acto de presencia, y no parecía especialmente contento. Eri entrecerró los ojos para analizar el símbolo que se ocultaba tras sus cabellos, pero no logró descifrarlo con total claridad.
—¡¡Estáis profanando los restos sagrados de Konohagakure!! ¡Largo, o seréis pasto de los gusanos!
Eri tiritó cuando logró ponerse de nuevo de pie, por ello sintió que volvería a caer si no se centraba en mandar las señales adecuadas a sus piernas. ¡Ella no quería problemas de ninguna de las maneras! Además, si la persona que tenía delante a pocos metros decidía ponerse a pelear con ambos, saldrían perdiendo, porque, no sabía Daruu; pero ella acababa de graduarse hace poco y prácticamente carecía de experiencia.
—Esto... No queremos problemas, ¿vale?
— Disculpa... — Balbuceó la pequeña agarrando la prenda superior de Daruu. — Vámonos Daruu... Venga...
Lo mejor sería hacer lo que decía el hombre y salir de allí por patas. Uno era ser un ninja y luchar por lo que era justo, y otra cosa era arriesgar su vida en una pelea que no tenía posibilidades de ganar.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)