10/02/2017, 06:56
—Qué extraño —susurro mientras paseaba su vista por toda la extensión del elegante pergamino—. ¿Estás segura de que está dirigido a mí, y no al maestro?
—Definitivamente, mi señor —respondió la criada con una inclinación desde la entrada de la habitación—, en la sede postal me han confirmado que debía de ser entregada a Hakagurē Kōtetsu. Además, su nombre está grabado en el paquete.
Volvió a leer el contenido de la carta que le había sido enviada.
—Pero es que sigo sin entender… —dejó a un lado el mensaje y reviso el resto del contenido del paquete—. Unos pasajes, unos mapas, algunos documentos y suficiente dinero como para un largo viaje… Todo dentro de una elegante cajita de madera con mi nombre grabado en ella.
»Me sigue pareciendo todo muy misterioso.
—Mi señor, si me permite… —dijo la muchacha, esperando que el joven le concediera permiso para entrar en su habitación.
—Adelante, Naomi —ordenó, haciendo un gesto para que pasara.
—Me he tomado la libertad de investigar un poco sobre este hombre llamado Nishijima Satomu.
—Bien, ¿Qué has encontrado?
—Si es quien dice ser, es uno de los más famosos artistas de todos los tiempos y no hay nadie en el mundo del arte que no lo conozca, pues se ha convertido en parte importante del mismo, siendo el máximo exponente en lo que a esculpir se refiere.
—Imagino que el maestro ya sabe de esto, ¿no te ha dicho nada al respecto?
—Según lo que se me contó, Nishijima ha salido de su retiro hace poco y se sabe que ha estado buscando a algunos jóvenes por todo el continente con el fin de inspirar sus próximos trabajos. Aseguró haber tratado con Satomu en el pasado, y que le conocía como alguien con una manera misteriosa de actuar. Pero… No me ha dicho si sabe bajo qué criterios se realizó la selección o el porqué usted ha sido seleccionado.
—Ya veo… —aseguro mientras se desperezaba, tratando de disimular lo confundido que estaba—. ¿Y qué opina al respecto?
—Ha dicho que le parece una excelente oportunidad, pero que por su seguridad, si decide aceptar, debo de acompañarlo y velar por que todo se desarrolle de la mejor manera posible.
«Vale… Si al maestro le parece bien, supongo que está bien —se dijo, convencido por lo escuchado—. Además, ya llevo tres días tratando de entender qué puede querer aquel escultor de mí… Es que… no sé; yo quería salir y conocer el mundo, pero esto es demasiado repentino y me asusta un poco. Aun así..., es una gran oportunidad»
—No tiene caso el estar aquí preguntándome el porqué de las cosas. —Se levantó y se quedó mirando hacia el horizonte, hacia el sol mañanero que se alzaba por sobre el mar—. La única forma de averiguar qué quiere realmente de mí aquel hombre es aceptando su invitación.
»Cuanto tiempo necesitarías para hacer los arreglos necesario para el viaje —preguntó a la muchacha.
—Para mañana a esta hora tendría todo arreglado para nuestra partida, mi señor Kōtetsu.
—Bien, entonces dejo los arreglos a tu cuidado.
—Entendido, mi señor. Dígame, ¿hay alguna otra cosa que necesite para el viaje?
—Si, Naomi: Necesito un diario en blanco para tomar notas y… algunos libros sobre la historia de la escultura y similares. Si aquel sujeto me conoce, entonces es justo que yo también lo conozca un poco.
—Definitivamente, mi señor —respondió la criada con una inclinación desde la entrada de la habitación—, en la sede postal me han confirmado que debía de ser entregada a Hakagurē Kōtetsu. Además, su nombre está grabado en el paquete.
Volvió a leer el contenido de la carta que le había sido enviada.
Saludos, mi estimado joven y próxima fuente de inspiración.
Mi nombre es Nishijima Satomu, y soy un escultor. Soy consciente del escaso tiempo que llevas de vida y de que debo ser un absoluto desconocido para ti, pero no te preocupes por eso, pues pretendo que nos conozcamos bastante bien a su debido tiempo.
Por la presente, me gustaría ofrecerte que fueras mi invitado y que pasarás una temporada en mi hogar, con la esperanza de que tal experiencia sea sumamente benéfica para ambos. A estas alturas te has de estar preguntando sobre el porqué te he escogido a ti por sobre aquella infinidad de posibles candidatos. Por ahora, solo necesitas saber que no ha sido al azar y que eres uno de los pocos que cumple con los requisitos necesarios y que reúne las cualidades que necesito.
En tus manos está el decidir si tomaras esta oportunidad única en la vida, una oportunidad por la que muchos harían y darían lo que fuera. Si aceptas, encontrarás junto con este mensaje un pasaje para un viaje desde la ciudad más cercana hasta Kōtai y un pase que te permitirá hospedarte en cualquier posada del pueblo mientras esperas el que me contacte contigo, además de otros bienes que te facilitaran el largo viaje.
Sin más a que hacer referencia, me despido confiando en que has de tomar la decisión correcta y que, por tanto, he de verte pronto frente a las puertas de mi hogar.
Atentamente,
Mi nombre es Nishijima Satomu, y soy un escultor. Soy consciente del escaso tiempo que llevas de vida y de que debo ser un absoluto desconocido para ti, pero no te preocupes por eso, pues pretendo que nos conozcamos bastante bien a su debido tiempo.
Por la presente, me gustaría ofrecerte que fueras mi invitado y que pasarás una temporada en mi hogar, con la esperanza de que tal experiencia sea sumamente benéfica para ambos. A estas alturas te has de estar preguntando sobre el porqué te he escogido a ti por sobre aquella infinidad de posibles candidatos. Por ahora, solo necesitas saber que no ha sido al azar y que eres uno de los pocos que cumple con los requisitos necesarios y que reúne las cualidades que necesito.
En tus manos está el decidir si tomaras esta oportunidad única en la vida, una oportunidad por la que muchos harían y darían lo que fuera. Si aceptas, encontrarás junto con este mensaje un pasaje para un viaje desde la ciudad más cercana hasta Kōtai y un pase que te permitirá hospedarte en cualquier posada del pueblo mientras esperas el que me contacte contigo, además de otros bienes que te facilitaran el largo viaje.
Sin más a que hacer referencia, me despido confiando en que has de tomar la decisión correcta y que, por tanto, he de verte pronto frente a las puertas de mi hogar.
Atentamente,
Aquel que le confiere a la piedra humanidad
—Pero es que sigo sin entender… —dejó a un lado el mensaje y reviso el resto del contenido del paquete—. Unos pasajes, unos mapas, algunos documentos y suficiente dinero como para un largo viaje… Todo dentro de una elegante cajita de madera con mi nombre grabado en ella.
»Me sigue pareciendo todo muy misterioso.
—Mi señor, si me permite… —dijo la muchacha, esperando que el joven le concediera permiso para entrar en su habitación.
—Adelante, Naomi —ordenó, haciendo un gesto para que pasara.
—Me he tomado la libertad de investigar un poco sobre este hombre llamado Nishijima Satomu.
—Bien, ¿Qué has encontrado?
—Si es quien dice ser, es uno de los más famosos artistas de todos los tiempos y no hay nadie en el mundo del arte que no lo conozca, pues se ha convertido en parte importante del mismo, siendo el máximo exponente en lo que a esculpir se refiere.
—Imagino que el maestro ya sabe de esto, ¿no te ha dicho nada al respecto?
—Según lo que se me contó, Nishijima ha salido de su retiro hace poco y se sabe que ha estado buscando a algunos jóvenes por todo el continente con el fin de inspirar sus próximos trabajos. Aseguró haber tratado con Satomu en el pasado, y que le conocía como alguien con una manera misteriosa de actuar. Pero… No me ha dicho si sabe bajo qué criterios se realizó la selección o el porqué usted ha sido seleccionado.
—Ya veo… —aseguro mientras se desperezaba, tratando de disimular lo confundido que estaba—. ¿Y qué opina al respecto?
—Ha dicho que le parece una excelente oportunidad, pero que por su seguridad, si decide aceptar, debo de acompañarlo y velar por que todo se desarrolle de la mejor manera posible.
«Vale… Si al maestro le parece bien, supongo que está bien —se dijo, convencido por lo escuchado—. Además, ya llevo tres días tratando de entender qué puede querer aquel escultor de mí… Es que… no sé; yo quería salir y conocer el mundo, pero esto es demasiado repentino y me asusta un poco. Aun así..., es una gran oportunidad»
—No tiene caso el estar aquí preguntándome el porqué de las cosas. —Se levantó y se quedó mirando hacia el horizonte, hacia el sol mañanero que se alzaba por sobre el mar—. La única forma de averiguar qué quiere realmente de mí aquel hombre es aceptando su invitación.
»Cuanto tiempo necesitarías para hacer los arreglos necesario para el viaje —preguntó a la muchacha.
—Para mañana a esta hora tendría todo arreglado para nuestra partida, mi señor Kōtetsu.
—Bien, entonces dejo los arreglos a tu cuidado.
—Entendido, mi señor. Dígame, ¿hay alguna otra cosa que necesite para el viaje?
—Si, Naomi: Necesito un diario en blanco para tomar notas y… algunos libros sobre la historia de la escultura y similares. Si aquel sujeto me conoce, entonces es justo que yo también lo conozca un poco.