21/02/2017, 17:12
—Claro, además, hace tiempo que estaba buscando a Nabi. Tengo que comentarle cierta cosa de vital importancia para la Villa Aunque me temo que eso tendrá que ser en… privado.
Y justo cuando lo pronunció, una ráfaga de viento hizo acto de presencia, como si Haskoz lo hubiese llamado y él hubiera acudido solo por escuchar lo que el Uchiha tenía que decir; desordenando el cabello de los cuatro jóvenes como si de una madre a su hijo se tratase, dándole dramatismo al momento.
Eri volvió a parpadear y viró sus ojos hacia Nabi, un poco desorientada por lo que acababa de decir el de cabellos blanquecinos, sin embargo, Noemi la sacó de su inocente confusión con cierta pregunta.
—¿De nuevo lo de la votación? Va siendo hora de que lo superes.
— ¿Votación?
No pudo evitar soltar la pequeña pregunta, curiosa como la que más, sin embargo se sintió terriblemente mal por meterse en asuntos ajenos, así que decidió cerrar la boca lo más rápido que pudo para no meter más la pata.
Y con suerte, la Sakamoto dio media vuelta hacia ella, mientras Eri se pensaba que la iba a reprender por sus malos modales encontró una sonrisa que la relajó.
—Venga Eri, tenemos mucho de lo que hablar, con tanto tiempo que no hablamos tardaremos un poco en ponernos al día, ¿no crees?
— Eh... Sí, claro Noemi-san.
Y dejando que tomase su mano la guió hacia un extremo del barco, alejándose de los varones para que los mismos tuviesen intimidad para hablar de aquel asunto privado; un poco desconcertada aun ya que no sabía a ciencia cierta de lo que quería hablar Noemi.
— ¿De qué quieres hablar, Noemi-san? — Preguntó un tanto incomoda pues recordaba no haber hablado mucho ni establecer una relación de amistad con ella más allá de las prácticas que realizaron juntas, y tampoco quería acabar con aquello que se estaba creando en tan poco tiempo.
Pero tampoco podía quedarse callada.
Y justo cuando lo pronunció, una ráfaga de viento hizo acto de presencia, como si Haskoz lo hubiese llamado y él hubiera acudido solo por escuchar lo que el Uchiha tenía que decir; desordenando el cabello de los cuatro jóvenes como si de una madre a su hijo se tratase, dándole dramatismo al momento.
Eri volvió a parpadear y viró sus ojos hacia Nabi, un poco desorientada por lo que acababa de decir el de cabellos blanquecinos, sin embargo, Noemi la sacó de su inocente confusión con cierta pregunta.
—¿De nuevo lo de la votación? Va siendo hora de que lo superes.
— ¿Votación?
No pudo evitar soltar la pequeña pregunta, curiosa como la que más, sin embargo se sintió terriblemente mal por meterse en asuntos ajenos, así que decidió cerrar la boca lo más rápido que pudo para no meter más la pata.
Y con suerte, la Sakamoto dio media vuelta hacia ella, mientras Eri se pensaba que la iba a reprender por sus malos modales encontró una sonrisa que la relajó.
—Venga Eri, tenemos mucho de lo que hablar, con tanto tiempo que no hablamos tardaremos un poco en ponernos al día, ¿no crees?
— Eh... Sí, claro Noemi-san.
Y dejando que tomase su mano la guió hacia un extremo del barco, alejándose de los varones para que los mismos tuviesen intimidad para hablar de aquel asunto privado; un poco desconcertada aun ya que no sabía a ciencia cierta de lo que quería hablar Noemi.
— ¿De qué quieres hablar, Noemi-san? — Preguntó un tanto incomoda pues recordaba no haber hablado mucho ni establecer una relación de amistad con ella más allá de las prácticas que realizaron juntas, y tampoco quería acabar con aquello que se estaba creando en tan poco tiempo.
Pero tampoco podía quedarse callada.