25/02/2017, 16:05
No te preocupes, no es molestia. Pasaba por aquí y me llamó la atención, solo eso.
Al escuchar esas palabras, el joven médico hizo una ligera reverencia asintiendo a su comentario. Era bueno saber que no había causado mayores dilemas con su apresurado juicio.
Bueno... soy genin desde hace bastante tiempo
Tenía su cuota de sentido, la mujer no parecía ser ni por asomo una estudiante, a lo mejor podría pensar que era Chuunin o algo parecido.
No es que sea una paria ni nada... mientras ando por las calles de la aldea me gusta pasar un poco mas desapercibida, y por eso casi siempre dejo la bandana en casa.
Agregaría seguidamente para explicar un poco el por qué no traía su bandana, no sonaba para nada loca la idea de pasear como civil por Amegakure, muchos shinobi y kunoichi lo harían en los días que no tuviesen que atender sus deberes.
Ante aquellas palabras, Mogura asintió nuevamente aunque con un gesto más fino, sin intención de marcarlo tanto.
Bueno... ¿y qué entrenáis? ¿Lanzamiento de armas?
En ese punto prefirió mantenerse a un lado de la conversación y dejarle la palabra a la estudiante para que explicara lo que estaba ocurriendo ahí.
Sí, lanzamiento de shuriken. Estoy practicando para el examen de genin... ¡Pero ya estaba terminando!
Mientras las palabras escapan de sus labios, sus pies se movían por la cercanía recogiendo las armas arrojadizas que había lanzado, probablemente el pánico escénico ya sería demasiado y no querría arriesgarse a ser el foco de atención mientras entrenaba.
Aotsuki Ayame era el nombre de aquella muchacha, por alguna extraña razón sentía que le sonaba de algun lado ¿Lo habría escuchado antes? ¿Donde? Mogura trató de todas formas de no darle mayor importancia y evitar especular sin sentido alguno.
Mi nombre es Manase Mogura, este será mi segundo año siendo gennin. Es un placer.
Haciendo caso a las formalidades, correspondió la presentación de la kunoichi dando su nombre y su rango así también como el tiempo que llevaba ejerciendo como tal. Acompañando sus palabras con una formal reverencia mientras mantenía estable el paraguas que cargaba. Seguidamente retomó su postura inicial y espero atentamente a escuchar las palabras de la mujer, deseaba saber su nombre.
Al escuchar esas palabras, el joven médico hizo una ligera reverencia asintiendo a su comentario. Era bueno saber que no había causado mayores dilemas con su apresurado juicio.
Bueno... soy genin desde hace bastante tiempo
Tenía su cuota de sentido, la mujer no parecía ser ni por asomo una estudiante, a lo mejor podría pensar que era Chuunin o algo parecido.
No es que sea una paria ni nada... mientras ando por las calles de la aldea me gusta pasar un poco mas desapercibida, y por eso casi siempre dejo la bandana en casa.
Agregaría seguidamente para explicar un poco el por qué no traía su bandana, no sonaba para nada loca la idea de pasear como civil por Amegakure, muchos shinobi y kunoichi lo harían en los días que no tuviesen que atender sus deberes.
Ante aquellas palabras, Mogura asintió nuevamente aunque con un gesto más fino, sin intención de marcarlo tanto.
Bueno... ¿y qué entrenáis? ¿Lanzamiento de armas?
En ese punto prefirió mantenerse a un lado de la conversación y dejarle la palabra a la estudiante para que explicara lo que estaba ocurriendo ahí.
Sí, lanzamiento de shuriken. Estoy practicando para el examen de genin... ¡Pero ya estaba terminando!
Mientras las palabras escapan de sus labios, sus pies se movían por la cercanía recogiendo las armas arrojadizas que había lanzado, probablemente el pánico escénico ya sería demasiado y no querría arriesgarse a ser el foco de atención mientras entrenaba.
Aotsuki Ayame era el nombre de aquella muchacha, por alguna extraña razón sentía que le sonaba de algun lado ¿Lo habría escuchado antes? ¿Donde? Mogura trató de todas formas de no darle mayor importancia y evitar especular sin sentido alguno.
Mi nombre es Manase Mogura, este será mi segundo año siendo gennin. Es un placer.
Haciendo caso a las formalidades, correspondió la presentación de la kunoichi dando su nombre y su rango así también como el tiempo que llevaba ejerciendo como tal. Acompañando sus palabras con una formal reverencia mientras mantenía estable el paraguas que cargaba. Seguidamente retomó su postura inicial y espero atentamente a escuchar las palabras de la mujer, deseaba saber su nombre.
Hablo - Pienso