27/02/2017, 15:08
Akame no necesitó mucho más para aceptar. De hecho, incluso hubiera accedido a marcharse de allí con las manos vacías —que no a olvidarse del asunto—. La perspectiva de llevarse además jugosa información sobre aquella historia tan misteriosa era un caramelito que no iba a dejar pasar. Se cuadró haciendo gala de su mejor pose marcial, y asintió con una reverencia leve.
—Desde luego, shinobi-kun —desactivó su Sharingan y sus ojos volvieron al azabache habitual—. Nunca me arriesgaría a poner en compromiso una misión de la Aldea.
Hablaba con sinceridad, y sin embargo, por dentro deseaba que la información que aquel hombre iba a compartir con ellos fuese suficiente para aplacar su curiosidad —en lugar de incentivarla más—. No quería desobedecer a un superior...
—Desde luego, shinobi-kun —desactivó su Sharingan y sus ojos volvieron al azabache habitual—. Nunca me arriesgaría a poner en compromiso una misión de la Aldea.
Hablaba con sinceridad, y sin embargo, por dentro deseaba que la información que aquel hombre iba a compartir con ellos fuese suficiente para aplacar su curiosidad —en lugar de incentivarla más—. No quería desobedecer a un superior...