14/03/2017, 02:05
No importaba dónde tuviese que ir, si se topaba con al menos un compañero de la villa y no porque hayan viajado juntos Noemi pasaba a sentirse considerablemente tranquila, pues significaba que no estaría sola aunque si tenía la compañía de su sirvienta, pero no es lo mismo que toparse con un igual.
—Te entiendo, es muy raro que te llegue una carta con tanto dinero de la noche a la mañana. —Repuso la kunoichi mientras acercaba una silla para tomar asiento a un lado del Uchiha, aunque respetando el espacio vital del mismo.
Justo al hacer aquello, un chico de piel morena y cabellos blancos llegó saludando a Akame y retirándose a otro lado. «Curioso, siento que lo conozco. »Pensó la kunoichi mientras se inclinaba hacia adelante para depositar un codo sobre la mesa y así usar la mano como soporte para su cabeza.
Al ver que ese chico no se tomó la molestia de saludarle ella tampoco lo hizo, simplemente lo miró de reojo hasta que se sentó al fin en otra mesa. Dejando eso de lado, fácil era deducir que aquellos dos se conocían de algún otro lado, de lo contrario no se sabrían los nombres pero la rubia no recordaba haber tenido por compañero en la academia a alguien con aquellas características. Lamentablemente, la duda que estuvo a punto de expresarle al chico que tenía a su lado tendría que esperar, puesto que hizo acto de presencia la dueña de la posada y se dispuso a hacer una especie de discurso en el que explicaba un par de cosas y de la misma manera se ofreció a responder dudas.
—Bien, ¿Cuándo vendrá el señor Nishijima? —Preguntó el desconocido, tras presentarse, ganándole de mano a la Sakamoto que tenía justamente la misma duda. «Supongo que luego me presento y ya. »Pensó resoplando levemente en señal de resignación.
Mientras tanto se le hizo imposible pasar por alto un ruido constante, como de un animal engullendo los restos de otro más pequeño y para sorpresa de la chica, algo alejado de los demás se encontraba el chico de melena azulada al que no había logrado verle la cara la noche anterior y grande sería su sorpresa al notar ese tono anti-natural de la piel ajena y los rasgos que lo asemejaban a alguna criatura marítima. Pero no dijo absolutamente nada, aunque sí por un instante se le había dibujado una mueca de desconcierto que rápidamente borró cuando Akame se puso de pie para presentarse dejándola a ella como la última, aunque aprovechó para formular una pregunta.
Finalmente, tras las presentaciones de todos los demás, Noemi se puso en pie y con una sonrisa dibujada en el rostro hizo lo que todos esperaban que hiciera.
—Yo me llamo Sakamoto Noemi, es un placer. —Diría cordialmente y tras una ligera reverencia se dispondría a tomar asiento, no sin antes soltar una pequeña aclaración. —Mis compañeros ya han preguntado lo que quería saber.
Y ya solo le quedaba esperar a que le dijeran algo para comenzar a comer, o con un poco de suerte retirarse a llevar a cabo la supuesta segunda parte del viaje para encontrarse cara a cara con el artista.
—Te entiendo, es muy raro que te llegue una carta con tanto dinero de la noche a la mañana. —Repuso la kunoichi mientras acercaba una silla para tomar asiento a un lado del Uchiha, aunque respetando el espacio vital del mismo.
Justo al hacer aquello, un chico de piel morena y cabellos blancos llegó saludando a Akame y retirándose a otro lado. «Curioso, siento que lo conozco. »Pensó la kunoichi mientras se inclinaba hacia adelante para depositar un codo sobre la mesa y así usar la mano como soporte para su cabeza.
Al ver que ese chico no se tomó la molestia de saludarle ella tampoco lo hizo, simplemente lo miró de reojo hasta que se sentó al fin en otra mesa. Dejando eso de lado, fácil era deducir que aquellos dos se conocían de algún otro lado, de lo contrario no se sabrían los nombres pero la rubia no recordaba haber tenido por compañero en la academia a alguien con aquellas características. Lamentablemente, la duda que estuvo a punto de expresarle al chico que tenía a su lado tendría que esperar, puesto que hizo acto de presencia la dueña de la posada y se dispuso a hacer una especie de discurso en el que explicaba un par de cosas y de la misma manera se ofreció a responder dudas.
—Bien, ¿Cuándo vendrá el señor Nishijima? —Preguntó el desconocido, tras presentarse, ganándole de mano a la Sakamoto que tenía justamente la misma duda. «Supongo que luego me presento y ya. »Pensó resoplando levemente en señal de resignación.
Mientras tanto se le hizo imposible pasar por alto un ruido constante, como de un animal engullendo los restos de otro más pequeño y para sorpresa de la chica, algo alejado de los demás se encontraba el chico de melena azulada al que no había logrado verle la cara la noche anterior y grande sería su sorpresa al notar ese tono anti-natural de la piel ajena y los rasgos que lo asemejaban a alguna criatura marítima. Pero no dijo absolutamente nada, aunque sí por un instante se le había dibujado una mueca de desconcierto que rápidamente borró cuando Akame se puso de pie para presentarse dejándola a ella como la última, aunque aprovechó para formular una pregunta.
Finalmente, tras las presentaciones de todos los demás, Noemi se puso en pie y con una sonrisa dibujada en el rostro hizo lo que todos esperaban que hiciera.
—Yo me llamo Sakamoto Noemi, es un placer. —Diría cordialmente y tras una ligera reverencia se dispondría a tomar asiento, no sin antes soltar una pequeña aclaración. —Mis compañeros ya han preguntado lo que quería saber.
Y ya solo le quedaba esperar a que le dijeran algo para comenzar a comer, o con un poco de suerte retirarse a llevar a cabo la supuesta segunda parte del viaje para encontrarse cara a cara con el artista.