21/03/2017, 01:32
Si había algo que le gustaba de Eri era que nunca interrumpía nada de lo que se le decía, se mantenía en silencio escuchando atentamente lo que sea que se le dijera sin importar si era una estupidez absoluta y una vez que el narrador terminaba, apenas en ese instante era que la Yuki se atrevía a preguntar o responder de alguna otra manera aunque sus gestos eran bastante notorios. De cualquier manera, Noemi casi ni prestó atención a nada hasta terminar de hablar.
Lo que sí, como para darle un poco de espacio a la contraria, la rubia dio un paso atrás por si llegaba a presenciar algo más grande que lo que al final formó la peli-morado.
—Hey… Te quedó hermosa. —Dijo asombrada la Sakamoto.
Sin dudarlo ni un instante se acercó nuevamente y tomó la pequeña flor con extrema delicadeza para apreciarla más de cerca.
Fue entonces cuando la de ojos verdes alzó la vista para ver aquella débil sonrisa en el rostro de su interlocutora, cosa que no sabía si interpretar como frustración o algo del estilo por lo que no tardó en dedicarle una sonrisa de medio lado antes de intentar animarla aunque sea un poco.
—Estas cosas molan, a mí solo me enseñan a dar katanazos, imagina lo aburrido que es eso. —Soltó una suave risa justo tras terminar y devolvió su atención en la rosa que lentamente comenzaba a derretirse. —Tú al menos puedes hacer cosas monas de la nada.
¿Los chicos? A Noemi le trae sin cuidado lo que pudieran estar hablando, literalmente.
Lo que sí, como para darle un poco de espacio a la contraria, la rubia dio un paso atrás por si llegaba a presenciar algo más grande que lo que al final formó la peli-morado.
—Hey… Te quedó hermosa. —Dijo asombrada la Sakamoto.
Sin dudarlo ni un instante se acercó nuevamente y tomó la pequeña flor con extrema delicadeza para apreciarla más de cerca.
Fue entonces cuando la de ojos verdes alzó la vista para ver aquella débil sonrisa en el rostro de su interlocutora, cosa que no sabía si interpretar como frustración o algo del estilo por lo que no tardó en dedicarle una sonrisa de medio lado antes de intentar animarla aunque sea un poco.
—Estas cosas molan, a mí solo me enseñan a dar katanazos, imagina lo aburrido que es eso. —Soltó una suave risa justo tras terminar y devolvió su atención en la rosa que lentamente comenzaba a derretirse. —Tú al menos puedes hacer cosas monas de la nada.
¿Los chicos? A Noemi le trae sin cuidado lo que pudieran estar hablando, literalmente.