6/04/2017, 09:41
—. Oye, no notas esto demasiado… . ¿Silencioso?
Cuando me lo soltó pensé que simplemente me estaba dando largas, buscando un pretexto para finalizar la conversación que no iba por donde él quería, pero al afinar el oido pude escucharlo. Bueno, afinar no, más bien dejar de escucharme a mi mismo para escuchar el alrededor. Pues... no se escuchaba nada, más bien, se escuchaba justo lo que se escucha cuando Kami-sama está planeando algo gordo.
Me di la vuelta esperando ver alguna cara desagradable y que oliera mal solo con verla, sin necesidad de oler nada, sin embargo, eso estaba más vacio que el club de fans de un Uchiha ciego. No tenía ni zorra idea de navegacion, pero si había algo o alguien manejando el rumbo de la nave, a la vista no estaba.
Entonces descubrí qué planeaba Kami-sama, un trueno resonó por el aire y un destello destelleo ante ellos. Kami-sama planeaba problemas, en forma de una tormenta sin parangón. Mi primer impulso, obviamente, fue ir a ver si las chicas estaban bien y alerta o se habían volado por la tormenta.
— Chicas, tened cuidado que viene una tormentaca del...
Vi que Noemi tiraba de Eri para alejarla del peligro, quien tenía la vista clavada en algo que la tenía paralizada. Una roca, delante del barco, digo delante porque ibamos derechitos a ella. Me volví a girar, cayendo ahora en la cuenta de que, si no había nadie, ¿quien iba a cambiar de rumbo el barco?
— ¡EH! ¡ROCA A ... ALANTE, COÑO! ¡GIRAD EL BARCO!
A pesar de no ver a nadie, tenía esperanza de que algún tipo de ente, físico o metafísico fuera capaz de modificar el rumbo del navío. Intentaba pensar un plan B, pero el plan B acababa con el barco explotado. ¿Podía hacer un Doton sin partir aquella fragil estructura en dos? Era dudoso y nada digno de experimentar en esa situación.
Cuando me lo soltó pensé que simplemente me estaba dando largas, buscando un pretexto para finalizar la conversación que no iba por donde él quería, pero al afinar el oido pude escucharlo. Bueno, afinar no, más bien dejar de escucharme a mi mismo para escuchar el alrededor. Pues... no se escuchaba nada, más bien, se escuchaba justo lo que se escucha cuando Kami-sama está planeando algo gordo.
Me di la vuelta esperando ver alguna cara desagradable y que oliera mal solo con verla, sin necesidad de oler nada, sin embargo, eso estaba más vacio que el club de fans de un Uchiha ciego. No tenía ni zorra idea de navegacion, pero si había algo o alguien manejando el rumbo de la nave, a la vista no estaba.
Entonces descubrí qué planeaba Kami-sama, un trueno resonó por el aire y un destello destelleo ante ellos. Kami-sama planeaba problemas, en forma de una tormenta sin parangón. Mi primer impulso, obviamente, fue ir a ver si las chicas estaban bien y alerta o se habían volado por la tormenta.
— Chicas, tened cuidado que viene una tormentaca del...
Vi que Noemi tiraba de Eri para alejarla del peligro, quien tenía la vista clavada en algo que la tenía paralizada. Una roca, delante del barco, digo delante porque ibamos derechitos a ella. Me volví a girar, cayendo ahora en la cuenta de que, si no había nadie, ¿quien iba a cambiar de rumbo el barco?
— ¡EH! ¡ROCA A ... ALANTE, COÑO! ¡GIRAD EL BARCO!
A pesar de no ver a nadie, tenía esperanza de que algún tipo de ente, físico o metafísico fuera capaz de modificar el rumbo del navío. Intentaba pensar un plan B, pero el plan B acababa con el barco explotado. ¿Podía hacer un Doton sin partir aquella fragil estructura en dos? Era dudoso y nada digno de experimentar en esa situación.
—Nabi—