11/04/2017, 20:12
¿Seguro...?
Consultó susurrando a Mogura la joven estudiante, intentando que Aiko, quien se encontraba a pocos pasos no la escuchara. La vista del joven médico se posó un par de segundos sobre ella y luego volvió a la mirada de la bella mujer. No había necesidad de contestar esa pregunta.
Watasashi Aiko no demoró mucho mas en dejar escapar una viva risa que sin duda alguna lograba marcarse en el corazón del joven chico.
Jajajajaja.... Ex-exacto.... Mogura lo ha pillado. Solo era una broma, todo el mundo sabe que eso son solo historias para hacer que los asustadizos no duerman.
Dijo entonces dandole su merecido credito al shinobi.
Ya... ya lo sabía...
Replicó Ayame con una marcada expresión de vergüenza.
Además, una criatura no muerta como un vampiro, no podría tener éste aspecto
Mogura no pudo evitar delinear una ligera sonrisa en ese momento, no había forma de que él pudiese negar eso. La kunoichi tenía toda la razón del mundo. Un ligero gesto de su cabeza, asintiendo levemente y tratando de disimularlo arreglandose el cabello de forma innecesaria.
Un sonido que sin duda alguna era familiar para todos se apoderó de la escena durante un instante, marcando la hora de volver a clases. Ayame debía irse y por eso comenzó a juntar sus pertenencias rápidamente.
¡Ha sido un placer conoceros! ¡Muchas gracias por los consejos!
Una vez dicho aquello, se echó a correr como una gacela, una gacela que iban a carnear si no llegaba a tiempo a clases.
El placer ha sido mío, Aotsuki Ayame-san.
Contestó en un tono no mas elevado que el que venía manejando durante la conversación. Probablemente la chica llegaría a escucharle bien de todas formas.
Entonces... Watasashi-san.
Después de un momento de que Ayame dejara la escena y los dejara solos. Mogura posó sus ojos sobre la mujer de melena ignea.
¿Qué vas a hacer ahora?
Una pregunta relativamente simple pero no por eso llena de tacto, podrían haber existido mas formas de preguntar algo como eso a la chica que te interesa conocer, pero Mogura era un poco tosco con esas cosas en aquel momento.
Consultó susurrando a Mogura la joven estudiante, intentando que Aiko, quien se encontraba a pocos pasos no la escuchara. La vista del joven médico se posó un par de segundos sobre ella y luego volvió a la mirada de la bella mujer. No había necesidad de contestar esa pregunta.
Watasashi Aiko no demoró mucho mas en dejar escapar una viva risa que sin duda alguna lograba marcarse en el corazón del joven chico.
Jajajajaja.... Ex-exacto.... Mogura lo ha pillado. Solo era una broma, todo el mundo sabe que eso son solo historias para hacer que los asustadizos no duerman.
Dijo entonces dandole su merecido credito al shinobi.
Ya... ya lo sabía...
Replicó Ayame con una marcada expresión de vergüenza.
Además, una criatura no muerta como un vampiro, no podría tener éste aspecto
Mogura no pudo evitar delinear una ligera sonrisa en ese momento, no había forma de que él pudiese negar eso. La kunoichi tenía toda la razón del mundo. Un ligero gesto de su cabeza, asintiendo levemente y tratando de disimularlo arreglandose el cabello de forma innecesaria.
Un sonido que sin duda alguna era familiar para todos se apoderó de la escena durante un instante, marcando la hora de volver a clases. Ayame debía irse y por eso comenzó a juntar sus pertenencias rápidamente.
¡Ha sido un placer conoceros! ¡Muchas gracias por los consejos!
Una vez dicho aquello, se echó a correr como una gacela, una gacela que iban a carnear si no llegaba a tiempo a clases.
El placer ha sido mío, Aotsuki Ayame-san.
Contestó en un tono no mas elevado que el que venía manejando durante la conversación. Probablemente la chica llegaría a escucharle bien de todas formas.
Entonces... Watasashi-san.
Después de un momento de que Ayame dejara la escena y los dejara solos. Mogura posó sus ojos sobre la mujer de melena ignea.
¿Qué vas a hacer ahora?
Una pregunta relativamente simple pero no por eso llena de tacto, podrían haber existido mas formas de preguntar algo como eso a la chica que te interesa conocer, pero Mogura era un poco tosco con esas cosas en aquel momento.
Hablo - Pienso