21/04/2017, 20:12
«Por casualidad...»
Akame pareció comenzar a divagar sobre lo genial que hubiera sido conocer a un shinobi de la Hoja de verdad. Ella no le culpaba en absoluto, es más, a ella le hubiese encantado ver la villa con sus propios ojos y disfrutar de aquella montaña llena de cabezas de Kages...
Sin embargo, lo último que dijo no le parecía del todo adecuado. Antiguamente había grandes aldeas, con clanes tan poderosos tanto en la diplomacia como en la batalla que es casi increíble en sus tiempos, pero ahora parecía no haber nada, según Akame.
— Estamos en tiempos de paz, en equilibrio. — Recordó ella después de carraspear. — Algunas leyendas solo se forjan si éstas han sido cultivadas entre riesgos y guerras, al menos las conocidas, pero creo que hay leyendas entre nosotros también.
Dejó caer sus hombros y sujetó su mano izquierda al asa de su mochila, pensativa.
— Nosotros estamos viviendo en paz, Akame-san, ¿te gustaría vivir en guerra, con gente poderosa tanto en tu bando como en el otro? — Preguntó mirándole con los ojos bien abiertos.
Akame pareció comenzar a divagar sobre lo genial que hubiera sido conocer a un shinobi de la Hoja de verdad. Ella no le culpaba en absoluto, es más, a ella le hubiese encantado ver la villa con sus propios ojos y disfrutar de aquella montaña llena de cabezas de Kages...
Sin embargo, lo último que dijo no le parecía del todo adecuado. Antiguamente había grandes aldeas, con clanes tan poderosos tanto en la diplomacia como en la batalla que es casi increíble en sus tiempos, pero ahora parecía no haber nada, según Akame.
— Estamos en tiempos de paz, en equilibrio. — Recordó ella después de carraspear. — Algunas leyendas solo se forjan si éstas han sido cultivadas entre riesgos y guerras, al menos las conocidas, pero creo que hay leyendas entre nosotros también.
Dejó caer sus hombros y sujetó su mano izquierda al asa de su mochila, pensativa.
— Nosotros estamos viviendo en paz, Akame-san, ¿te gustaría vivir en guerra, con gente poderosa tanto en tu bando como en el otro? — Preguntó mirándole con los ojos bien abiertos.