22/04/2017, 02:51
Y así de la nada, prácticamente en el momento en que ella decidió hacer alusión a él, este se levantó y despidió de forma generalizada sin mirar a absolutamente nadie, ni siquiera a sus compañeros de aldea pero no podía culparle ni nada por el estilo, después de todo, ella no le conocía y seguramente eso ocurriría a la inversa, de lo contrario algo habría dicho o hecho según ella.
—Entiendo. —Fue lo único que atinó a decir la Sakamoto quien no despegaba la mirada del peli-blanco hasta que este desapareció de su vista.
Respecto al escualo, este decidió hablar justo después de que Kotetsu desapareciese de la escena, despidiéndose de los restantes y aprovechando el momento para soltar una especie de cumplido a Noemi que al girarse le dedicó una ligera sonrisa que le duró un segundo con suerte, justo después se volteó hacia su compañero de aldea.
—No, es el primero que veo en mi vida y espero tengas razón. —Le respondió aunque por lo bajo. —No podría soportarlos si fuesen todos iguales.
El cumplido le había sentado genial pero tenía un ligero problema con el azulado ser de Ame y era que se mostraba bastante tosco, algo bruto incluso y le aterraba la idea de hallarse completamente sola con alguien así, más teniendo en cuenta que le había caído en gracia por su físico.
—Supongo que también iré a dormir, lo último que quiero es aparecerme con ojeras ante el escultor. —Afirmó la kunoichi justo antes de ponerse de pie. —Nos vemos mañana, duerman bien. —Se despidió la sonriente Sakamoto tras lo cual sencillamente se fue en dirección a la habitación que le habían asignado momentos atrás.
—Entiendo. —Fue lo único que atinó a decir la Sakamoto quien no despegaba la mirada del peli-blanco hasta que este desapareció de su vista.
Respecto al escualo, este decidió hablar justo después de que Kotetsu desapareciese de la escena, despidiéndose de los restantes y aprovechando el momento para soltar una especie de cumplido a Noemi que al girarse le dedicó una ligera sonrisa que le duró un segundo con suerte, justo después se volteó hacia su compañero de aldea.
—No, es el primero que veo en mi vida y espero tengas razón. —Le respondió aunque por lo bajo. —No podría soportarlos si fuesen todos iguales.
El cumplido le había sentado genial pero tenía un ligero problema con el azulado ser de Ame y era que se mostraba bastante tosco, algo bruto incluso y le aterraba la idea de hallarse completamente sola con alguien así, más teniendo en cuenta que le había caído en gracia por su físico.
—Supongo que también iré a dormir, lo último que quiero es aparecerme con ojeras ante el escultor. —Afirmó la kunoichi justo antes de ponerse de pie. —Nos vemos mañana, duerman bien. —Se despidió la sonriente Sakamoto tras lo cual sencillamente se fue en dirección a la habitación que le habían asignado momentos atrás.