22/04/2017, 13:26
(Última modificación: 24/04/2017, 15:32 por Inuzuka Nabi.)
Arqueó una ceja mientras el oso de nombre Eham hablaba sobre eso mismo: su nombre. Sin embargo cuando levantó el brazo ya nada podía ocultarlo. En efecto, Nabi era la voz de aquel oso y el que estaba detrás de todo ese asunto osil. Lo peor, sin duda, fue la contestación que hizo a través del oso él mismo.
Eri no pudo evitar romper a reír a carcajada limpia.
— Buenas noches, Eri-chan. He ganado el peluche gracias a mis dotes shinobi, yo no puedo mantenerlo, ya sabes, darle de comer, sacarlo a pasear... Así que si lo quieres, es todo tuyo.
La joven paró de reír en cuanto Nabi le propuso quedarse con el oso. ¿Se lo iba a dar a ella? ¿En serio? ¿Por qué? Sus cejas se arquearon a la vez mientras intentaba mantener contacto visual con Nabi, pero éste parecía evitarlo por todos los medios.
— Nabi-san, es muy amable por tu parte regalármelo, pero... —suspiró—¡No hace falta sacarlo a pasear, ¿sabes? ¡Así que puedes quedártelo tú! ¡No te dará guerra! — Exclamó mientras daba suaves golpes al oso.
No es que no quisiera quedárselo, pero no podía aceptar un regalo tan grande, ella no se lo merecía.
Eri no pudo evitar romper a reír a carcajada limpia.
— Buenas noches, Eri-chan. He ganado el peluche gracias a mis dotes shinobi, yo no puedo mantenerlo, ya sabes, darle de comer, sacarlo a pasear... Así que si lo quieres, es todo tuyo.
La joven paró de reír en cuanto Nabi le propuso quedarse con el oso. ¿Se lo iba a dar a ella? ¿En serio? ¿Por qué? Sus cejas se arquearon a la vez mientras intentaba mantener contacto visual con Nabi, pero éste parecía evitarlo por todos los medios.
— Nabi-san, es muy amable por tu parte regalármelo, pero... —suspiró—¡No hace falta sacarlo a pasear, ¿sabes? ¡Así que puedes quedártelo tú! ¡No te dará guerra! — Exclamó mientras daba suaves golpes al oso.
No es que no quisiera quedárselo, pero no podía aceptar un regalo tan grande, ella no se lo merecía.