25/04/2017, 02:02
—Permítame dudar por un momento de sus intenciones, alguacil. ¿Pero podría explicarnos el por qué de la presencia de tantos guardias, tan bien armados; además? —Yarou le miró fijamente a la cara, con la astucia de un experimentado guerrero—. ¿Es el trayecto hasta la localidad del señor Satomu tan peligroso, acaso... o existe alguna otra razón de peso?
Si bien la tención era ya lo suficientemente densa como para cortarla con un kunai, el acompañante del joven azulado decidió que bien valía la pena hacer que fuese asfixiante si con eso conseguía dejar en claro la intención de aquellos hombres que tenían como deber escoltarlos. Aquel sujeto se planto frente al alguacil Yosehara y le sostuvo la mirada con una seguridad que solo es característica en los guerreros más experimentados.
—Preocupados, ¿no? —Jokei esbozo una sonrisa, pues consideraba a los ninjas y a los artistas como personas arrogantes que de vez en cuando necesitaban un susto o dos.
Uno de los subordinados le acerco su caballo, al cual monto ágilmente a pesar de lo enorme del animal.
—Todo esto es producto de los caprichos de Nishijima Satomu, quien teme por la seguridad de sus “invitados”.
—¿Pero somos ninjas, que tanto peligro puede haber para nosotros? —pregunto con inocencia el ojos grises.
—¿Por qué no adivinas, niño? —contesto burlón—. En general el camino es bastante seguro, pero hace unos años tuvo un visitante indeseado al cual le hicieron un intento de secuestro. El sujeto tenía suficiente hombres para frustrar el atentado, pero no eran tantos como para evitar el combate —Retorció el gesto, como si recordara algo amargo—. Trajeron su lucha al pueblo y aquello termino en un incendio, pese a que solo estaban participando dos ninjas.
»Esta fuerza, además de provocarles “miedo” a ustedes, tiene como objetivo disuadir de iniciar una lucha a cualquier grupo de criminales… Se de lo que son capaces los de su clase, ¡y no quiero a ningún ninja utilizando sus capacidades bélicas en mi pueblo!
"Por todos los cielos, pareciera que hoy en dia los ninjas son la raiz de todos los males.
El hombre se puso al frente de la comitiva y espero que el grupo decidiera si les acompañaban a pie o en las literas. Sin duda habia sido grosero en exceso, pero demostraba ser el tipo de personas que eran simples y arrogantes, de las que no serian capaces de ocultar sus intenciones.
—Ahora, si no les molesta dejar la chachara para el camino, debemos ponernos en marcha.
Si bien la tención era ya lo suficientemente densa como para cortarla con un kunai, el acompañante del joven azulado decidió que bien valía la pena hacer que fuese asfixiante si con eso conseguía dejar en claro la intención de aquellos hombres que tenían como deber escoltarlos. Aquel sujeto se planto frente al alguacil Yosehara y le sostuvo la mirada con una seguridad que solo es característica en los guerreros más experimentados.
—Preocupados, ¿no? —Jokei esbozo una sonrisa, pues consideraba a los ninjas y a los artistas como personas arrogantes que de vez en cuando necesitaban un susto o dos.
Uno de los subordinados le acerco su caballo, al cual monto ágilmente a pesar de lo enorme del animal.
—Todo esto es producto de los caprichos de Nishijima Satomu, quien teme por la seguridad de sus “invitados”.
—¿Pero somos ninjas, que tanto peligro puede haber para nosotros? —pregunto con inocencia el ojos grises.
—¿Por qué no adivinas, niño? —contesto burlón—. En general el camino es bastante seguro, pero hace unos años tuvo un visitante indeseado al cual le hicieron un intento de secuestro. El sujeto tenía suficiente hombres para frustrar el atentado, pero no eran tantos como para evitar el combate —Retorció el gesto, como si recordara algo amargo—. Trajeron su lucha al pueblo y aquello termino en un incendio, pese a que solo estaban participando dos ninjas.
»Esta fuerza, además de provocarles “miedo” a ustedes, tiene como objetivo disuadir de iniciar una lucha a cualquier grupo de criminales… Se de lo que son capaces los de su clase, ¡y no quiero a ningún ninja utilizando sus capacidades bélicas en mi pueblo!
"Por todos los cielos, pareciera que hoy en dia los ninjas son la raiz de todos los males.
El hombre se puso al frente de la comitiva y espero que el grupo decidiera si les acompañaban a pie o en las literas. Sin duda habia sido grosero en exceso, pero demostraba ser el tipo de personas que eran simples y arrogantes, de las que no serian capaces de ocultar sus intenciones.
—Ahora, si no les molesta dejar la chachara para el camino, debemos ponernos en marcha.