28/04/2017, 17:36
Tras ser completamente ignorada por los suyos, la rubia ya no tenía muchos ánimos de intentar siquiera caer bien a nadie, se mantuvo con el ceño levemente fruncido hasta que subió a la litera que le habían indicado, un transporte digno para alguien de su posición, según la opinión de la rubia.
De cualquier manera, tomó asiento y cruzó una pierna por encima de la otra para luego tomar el cepillo de su portaobjetos y comenzó a cepillar su perfecta cabellera como si pretendiese dejarla en mejores condiciones, si es que eso era posible.
Estaba demasiado concentrada en su cabello como para prestar atención a nadie, por tanto se sobresaltó un poco cuando la voz de Akame la interrumpió de improviso.
—Mierda, hombre… —Susurró ya reacomodándose sobre el asiento una vez más.
Le resultaba un tanto incómodo el hablar con él con esas diferencias de alturas pero tampoco pensaba invitarle a subir tan abiertamente a la suya después de que la hubiese ignorado vilmente momentos atrás. Así que… Tendría que aguantarse, o dejar que ese soldado que se les había acercado se ocupase de la charla aunque claro, no le gustaba para nada que la llamasen monstruo y el Uchiha en un intento por ser gracioso volvió a golpearle en la cara.
—Una lengua que nunca disfrutarás. —Sentenció ceñuda con la mirada fija en el de Uzushio. Tras ello, regresó la mirada al soldado aunque su expresión si bien ya no era hostil, se mostraba bastante más serena. —Sakamoto Noemi.
Hubiese hecho alguna mención en relación a lo del alguacil pero se había perdido la mitad del asunto por lo que no podía opinar demasiado, es decir, cuando ella llegó ya estaban el alguacil y el compañero del shinobi de Ame teniendo esa charla.
De cualquier manera, tomó asiento y cruzó una pierna por encima de la otra para luego tomar el cepillo de su portaobjetos y comenzó a cepillar su perfecta cabellera como si pretendiese dejarla en mejores condiciones, si es que eso era posible.
Estaba demasiado concentrada en su cabello como para prestar atención a nadie, por tanto se sobresaltó un poco cuando la voz de Akame la interrumpió de improviso.
—Mierda, hombre… —Susurró ya reacomodándose sobre el asiento una vez más.
Le resultaba un tanto incómodo el hablar con él con esas diferencias de alturas pero tampoco pensaba invitarle a subir tan abiertamente a la suya después de que la hubiese ignorado vilmente momentos atrás. Así que… Tendría que aguantarse, o dejar que ese soldado que se les había acercado se ocupase de la charla aunque claro, no le gustaba para nada que la llamasen monstruo y el Uchiha en un intento por ser gracioso volvió a golpearle en la cara.
—Una lengua que nunca disfrutarás. —Sentenció ceñuda con la mirada fija en el de Uzushio. Tras ello, regresó la mirada al soldado aunque su expresión si bien ya no era hostil, se mostraba bastante más serena. —Sakamoto Noemi.
Hubiese hecho alguna mención en relación a lo del alguacil pero se había perdido la mitad del asunto por lo que no podía opinar demasiado, es decir, cuando ella llegó ya estaban el alguacil y el compañero del shinobi de Ame teniendo esa charla.