2/05/2017, 20:37
El Uchiha no pudo evitar ensanchar su sonrisa ante la contestación del soldado. A juzgar por quién era —¿acaso Akame sabía realmente quién era aquel tipo?—, por sus preguntas y su forma de hablar, el Uchiha había pensado que la distancia intelectual entre ambos era insalvable. Y, así de fácil, Tamaro le había dado una lección de humildad que tardaría algún tiempo en olvidar.
—Certera observación, Tamaro-kun —concedió el Uchiha con total honestidad—. Dime, ¿cuál es tu historia?
No contento con ello, el soldado, caballeroso, lanzó algunas preguntas en dirección a Noemi. Akame sabía que, fuera de las Aldeas ninja, a las mujeres todavía se las veía poco aptas para ciertas tareas y trabajos —soldado, artesano y otros—, y se las relegaba algunas veces a un plano secundario de la vida cotidiana. Por eso mismo podía entender el conflicto que generaba en aquel hombre ver a una mujer luciendo una bandana ninja... Aunque no por ello esperaba que a Noemi le fuese a sentar bien aquel comentario. Conociéndola, mandaría al tal Tamaro a freír espárragos en menos que cantaba un gallo.
—Certera observación, Tamaro-kun —concedió el Uchiha con total honestidad—. Dime, ¿cuál es tu historia?
No contento con ello, el soldado, caballeroso, lanzó algunas preguntas en dirección a Noemi. Akame sabía que, fuera de las Aldeas ninja, a las mujeres todavía se las veía poco aptas para ciertas tareas y trabajos —soldado, artesano y otros—, y se las relegaba algunas veces a un plano secundario de la vida cotidiana. Por eso mismo podía entender el conflicto que generaba en aquel hombre ver a una mujer luciendo una bandana ninja... Aunque no por ello esperaba que a Noemi le fuese a sentar bien aquel comentario. Conociéndola, mandaría al tal Tamaro a freír espárragos en menos que cantaba un gallo.