21/06/2015, 23:42
El pollo dorado dio un pequeño respingo y abrió mucho los ojos cuando una fantasmal sombra descendió de la copa de uno de los árboles cercanos y se quedó mirándole fijamente. Él le devolvió la mirada, intentando que fuese de lo más anodina que podía ser.
—Pío —dijo de nuevo, a pesar que el profesor blanco parecía haber descubierto su treta.
«Normal, ¿en qué estaba pensando? Y sin embargo...»
Miró hacia su izquierda y hacia su derecha. No tenía ni idea de dónde podía estar Reiji en ese momento, pero estaba claro que no se había separado lo suficiente de él. Y mira que se lo había dicho.
—¡Te dije que nos dividiéramos, maldito idiota! —exclamó—. Digo... Pío —rectificó.
Fue entonces cuando sucedió.
Alguien le había disparado algo a Kori por la espalda. No sabía quien, porque no llegaba a ver la fuente del disparo, ni con qué, pero sospechó que podía haberse tratado de Ayame. Era la que había estado oculta en el lago desde el principio, y además, Reiji tenía que estar cerca. Daruu deshizo la transformación y bajó de la rama, cerrando un puño en señal de victoria.
—¡Sí! —exclamó de nuevo—. O... no —se vio obligado a rectificar otra vez.
Kori se había disuelto de la nada y había aparecido al lado de Ayame. La había sacado fuera del agua, y ahora había congelado su brazo tras la espalda. El profesor insinuó que no se estaban tomando la misión en serio. Les pidió a Daruu y a Reiji que les diesen los cascabeles.
Daruu dio un paso al frente con el cascabel en la mano.
—En ese caso. La misión fue, sensei, "mantener con vosotros al menos un cascabel durante la hora que durará la prueba", ¿no es así? —dijo, sonriendo—. Pues muy bien. Te vamos a quitar el tuyo, y se lo vamos a dar a nuestra compañera. En cuanto al mío...
Se llevó la mano a la boca y tragó.
—Pío —dijo de nuevo, a pesar que el profesor blanco parecía haber descubierto su treta.
«Normal, ¿en qué estaba pensando? Y sin embargo...»
Miró hacia su izquierda y hacia su derecha. No tenía ni idea de dónde podía estar Reiji en ese momento, pero estaba claro que no se había separado lo suficiente de él. Y mira que se lo había dicho.
—¡Te dije que nos dividiéramos, maldito idiota! —exclamó—. Digo... Pío —rectificó.
Fue entonces cuando sucedió.
Alguien le había disparado algo a Kori por la espalda. No sabía quien, porque no llegaba a ver la fuente del disparo, ni con qué, pero sospechó que podía haberse tratado de Ayame. Era la que había estado oculta en el lago desde el principio, y además, Reiji tenía que estar cerca. Daruu deshizo la transformación y bajó de la rama, cerrando un puño en señal de victoria.
—¡Sí! —exclamó de nuevo—. O... no —se vio obligado a rectificar otra vez.
Kori se había disuelto de la nada y había aparecido al lado de Ayame. La había sacado fuera del agua, y ahora había congelado su brazo tras la espalda. El profesor insinuó que no se estaban tomando la misión en serio. Les pidió a Daruu y a Reiji que les diesen los cascabeles.
Daruu dio un paso al frente con el cascabel en la mano.
—En ese caso. La misión fue, sensei, "mantener con vosotros al menos un cascabel durante la hora que durará la prueba", ¿no es así? —dijo, sonriendo—. Pues muy bien. Te vamos a quitar el tuyo, y se lo vamos a dar a nuestra compañera. En cuanto al mío...
Se llevó la mano a la boca y tragó.