5/05/2017, 19:32
—Un caballo sirve para correr.
Haskoz alzó las cejas, sorprendido por la respuesta. Más lacónico no podía haber sido. Ni tan poco más contundente al mismo tiempo. Aquella era una verdad como un templo, aunque… Tú no eres un caballo, Akame-kun.
—La verdad es que no venía a entrenar. Este lugar me... relaja —Haskoz entendía a lo que se refería. Entendía aquella sensación. Aunque para él, aquel lugar le ponía melancólico. Nostálgico—. ¿Qué te trae por aquí?
Una sonrisa traviesa dibujó su rostro nada más oír la pregunta. Se le notaba emocionado —y, aunque no lo quisiese admitir, nervioso— por lo que acababa de hacer. Tras su desplante con Noemi, su tarde perdida en Uzu haciendo de recadero y su derrota ante Akame hacía tan solo unos días, Uchiha Haskoz había llegado a una conclusión: tenía que ponerse las pilas.
Y tenía que ponérselas en serio.
Por eso, había preparado una pequeña mochila con mudas, algo de dinero y todo su repertorio de armas —salvo el ninjato—, listo para salir mañana mismo. ¿El destino? Solo los Dioses lo sabían. Jamás se le había dado bien planear las cosas, y eso era algo que no pensaba remediar a corto plazo.
¿Pero acaso Uzu no se merecía una gran despedida de su alumno favorito? El último adiós… hasta su regreso al cabo de la semana.
—Tú, Akame, tú —respondió finalmente—. ¿Qué otra razón podría haber para adentrarme en la maldita Academia en plena noche? Tú, y… —echó un vistazo a sus espaldas, nervioso, solo para asegurarse de que nadie aparecía de improvisto. Entonces, abrió un poco la bolsa de papel y le mostró el interior a Akame—. Esto —su voz vibraba de la emoción como un crío a punto de cometer su primera travesura. Y es que la bolsa de papel contenía una…
… botella de licor.
Haskoz alzó las cejas, sorprendido por la respuesta. Más lacónico no podía haber sido. Ni tan poco más contundente al mismo tiempo. Aquella era una verdad como un templo, aunque… Tú no eres un caballo, Akame-kun.
—La verdad es que no venía a entrenar. Este lugar me... relaja —Haskoz entendía a lo que se refería. Entendía aquella sensación. Aunque para él, aquel lugar le ponía melancólico. Nostálgico—. ¿Qué te trae por aquí?
Una sonrisa traviesa dibujó su rostro nada más oír la pregunta. Se le notaba emocionado —y, aunque no lo quisiese admitir, nervioso— por lo que acababa de hacer. Tras su desplante con Noemi, su tarde perdida en Uzu haciendo de recadero y su derrota ante Akame hacía tan solo unos días, Uchiha Haskoz había llegado a una conclusión: tenía que ponerse las pilas.
Y tenía que ponérselas en serio.
Por eso, había preparado una pequeña mochila con mudas, algo de dinero y todo su repertorio de armas —salvo el ninjato—, listo para salir mañana mismo. ¿El destino? Solo los Dioses lo sabían. Jamás se le había dado bien planear las cosas, y eso era algo que no pensaba remediar a corto plazo.
¿Pero acaso Uzu no se merecía una gran despedida de su alumno favorito? El último adiós… hasta su regreso al cabo de la semana.
—Tú, Akame, tú —respondió finalmente—. ¿Qué otra razón podría haber para adentrarme en la maldita Academia en plena noche? Tú, y… —echó un vistazo a sus espaldas, nervioso, solo para asegurarse de que nadie aparecía de improvisto. Entonces, abrió un poco la bolsa de papel y le mostró el interior a Akame—. Esto —su voz vibraba de la emoción como un crío a punto de cometer su primera travesura. Y es que la bolsa de papel contenía una…
… botella de licor.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado