7/05/2017, 19:30
—Hace tiempo. Me ayuda a relajarme... Podrías decir que es mi secreto.
Uno de ellos. Si algo podía sacar en claro de aquella noche —cuando se recuperase de la más que probable resaca—era que su compañero de armas parecía tener más de un secreto escondido bajo aquella máscara de disciplina y amabilidad. Pero, tal y como había sospechado, estaban entrando en un terreno demasiado personal… y ahí llegó el cambio de rumbo. El desvío de conversación.
Preguntó por Noemi, y Haskoz alzó una ceja cuando llamó pervertido a Chokichi. Era cierto que se había abalanzado sobre la kunoichi, pero... Ella siempre era muy exagerada con aquellas cosas. Fuese como fuese, no iba a ponerse a defender ahora a aquel cabronazo ladronzuelo.
—Pff… Qué sé yo —Haskoz empezó a arañar la pegatina de la botella, distraído, despegando parte del papelito—. Mujeres, tío. Son… complicadas. En vez de leer tanto sobre Uchihas muertos milenios atrás, deberías comprarte uno sobre ellas. ¡Y prestármelo una vez terminado! —Lo había dicho medio en broma, pero ahora que lo empezaba a pensar…—. Por Rikudou, creo que sería la lectura más provechosa de nuestras vidas. En vez de tanta matemática extraña que nos enseñan en la academia. En serio, ¿te gustaba eso? —rio—. Joder. sé tirar un shuriken con efecto para que evite un palo de en medio y de en la diana. ¿Para qué cojones tengo que aprenderme la teoría? Que si calcular el área. Que si el ángulo. Que si la corriente de aire. Que si no sé qué… Me duele la cabeza solo de recordarlo.
Su mirada se desvió hacia la botella y dudó. Había prometido dejar de beber cuando el Henge no Jutsu Inverso se deshiciese, pero… ahora aquellas palabras le sonaban lejanas y extrañas, como si hubiesen sido pronunciadas por otra persona.
Se encogió de hombros, empinó la botella y dio un considerable trago, emitiendo un suspiro explosivo al terminar.
—No sé, tío. Supongo que Kotetsu tenía razón —su lengua, cada vez más ligera pero torpe por el alcohol, pronunció mal el nombre de su compañero. No se molestó en corregirse—. Noemi me hizo prometer que no me pasaría por su casa… No me dio explicaciones, ¿pero quién las necesita? Ella viene de una familia rica, bien posicionada socialmente. Y yo… —chasqueó la lengua, irritado—. ¿Yo quién cojones soy? Un huérfano. Un don nadie. El loco del Bosque de Azur. —Se aclaró sonoramente la garganta, apuntó hacia un lado y escupió—. Pero en fin, tampoco quiero montarte aquí el dramón. Si te digo la verdad, lo nuestro es más bien… físico —esbozó una sonrisa pícara—. Ya me entiendes.
»No como tú y Eri —Había dejado la conversación demasiado a huevo como para no soltarla. Entonces, tratando de transformar sus ganas locas de saberlo por simple curiosidad, preguntó:—. ¿Cómo lo llevas, a todo esto? ¿Algún avance?
Uno de ellos. Si algo podía sacar en claro de aquella noche —cuando se recuperase de la más que probable resaca—era que su compañero de armas parecía tener más de un secreto escondido bajo aquella máscara de disciplina y amabilidad. Pero, tal y como había sospechado, estaban entrando en un terreno demasiado personal… y ahí llegó el cambio de rumbo. El desvío de conversación.
Preguntó por Noemi, y Haskoz alzó una ceja cuando llamó pervertido a Chokichi. Era cierto que se había abalanzado sobre la kunoichi, pero... Ella siempre era muy exagerada con aquellas cosas. Fuese como fuese, no iba a ponerse a defender ahora a aquel cabronazo ladronzuelo.
—Pff… Qué sé yo —Haskoz empezó a arañar la pegatina de la botella, distraído, despegando parte del papelito—. Mujeres, tío. Son… complicadas. En vez de leer tanto sobre Uchihas muertos milenios atrás, deberías comprarte uno sobre ellas. ¡Y prestármelo una vez terminado! —Lo había dicho medio en broma, pero ahora que lo empezaba a pensar…—. Por Rikudou, creo que sería la lectura más provechosa de nuestras vidas. En vez de tanta matemática extraña que nos enseñan en la academia. En serio, ¿te gustaba eso? —rio—. Joder. sé tirar un shuriken con efecto para que evite un palo de en medio y de en la diana. ¿Para qué cojones tengo que aprenderme la teoría? Que si calcular el área. Que si el ángulo. Que si la corriente de aire. Que si no sé qué… Me duele la cabeza solo de recordarlo.
Su mirada se desvió hacia la botella y dudó. Había prometido dejar de beber cuando el Henge no Jutsu Inverso se deshiciese, pero… ahora aquellas palabras le sonaban lejanas y extrañas, como si hubiesen sido pronunciadas por otra persona.
Se encogió de hombros, empinó la botella y dio un considerable trago, emitiendo un suspiro explosivo al terminar.
—No sé, tío. Supongo que Kotetsu tenía razón —su lengua, cada vez más ligera pero torpe por el alcohol, pronunció mal el nombre de su compañero. No se molestó en corregirse—. Noemi me hizo prometer que no me pasaría por su casa… No me dio explicaciones, ¿pero quién las necesita? Ella viene de una familia rica, bien posicionada socialmente. Y yo… —chasqueó la lengua, irritado—. ¿Yo quién cojones soy? Un huérfano. Un don nadie. El loco del Bosque de Azur. —Se aclaró sonoramente la garganta, apuntó hacia un lado y escupió—. Pero en fin, tampoco quiero montarte aquí el dramón. Si te digo la verdad, lo nuestro es más bien… físico —esbozó una sonrisa pícara—. Ya me entiendes.
»No como tú y Eri —Había dejado la conversación demasiado a huevo como para no soltarla. Entonces, tratando de transformar sus ganas locas de saberlo por simple curiosidad, preguntó:—. ¿Cómo lo llevas, a todo esto? ¿Algún avance?
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado